Asistimos a los golpes más duros que jamás ha recibido la democracia en España. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con el beneplácito de sus socios, ha iniciado un camino sin retorno que solo lleva a la perdición con su intento fatal de república independiente. Ilegal. Y lo es porque la democracia es tan fuerte que es imbatible. Y así lo hemos podido constatar estos días. Todo empezó con concentraciones de ciudadanos anónimos en las que parecía que todo el mundo en Cataluña solo podía seguir respirando si se declaraba la independencia, en unas imágenes que infundían el peor de los miedos por la rabia y el odio que transmitían hacia la democracia. Luego, llegó la tensión, la violencia, la manipulación de los secuaces de Puigdemont con sus falsas agresiones…

Han movido mal la ficha… Y las consecuencias aún no han terminado. Primero, fue un goteo de ciudadanos que ofrecía sus propios domicilios para alojar a los agentes de la Guardia Civil. Luego fueron miles de ciudadanos los que salieron a la calle para vitorear el trabajo de las Fuerzas de Seguridad del Estado para hacer respetar la ley y el orden. A continuación, un millón de ciudadanos tomó las calles de Barcelona para gritar sin miedo su respeto a la Constitución con banderas roja y gualda. Y a partir de ahí, la sangría de empresas que han decidido huir despavoridas de su amada Cataluña para seguir trabajando con las garantías jurídicas necesarias.

Democracia, para poder opinar libremente. Democracia, para hacer respetar los derechos y libertades individuales que nuestra Carta Magna nos ha concedido. Democracia, para poder elegir cuál es el mejor entorno para trabajar, para poder vivir en libertad y en paz con aquellos que piensan diferentes a nosotros mismos.

El último ejemplo de cómo la democracia se abre paso es la unión de los tres partidos constitucionalistas, PP, PSOE y Ciudadanos; para activar la aplicación del artículo 155 de nuestra Constitución. El sentido de Estado ha hecho lo que no se pudo hacer hace un año. Los demócratas, unidos, jamás seremos vencidos.

*Alcaldesa de Vall d’Alba. Vicesecretaria de Organización del PPCS