El pago esta misma semana a Bankia de 4,86 millones de euros por parte de la Generalitat Valenciana, correspondientes a intereses del préstamo obtenido en el 2009 por la Fundación del Valencia Club de Fútbol, con el aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), ante el peligro que existía de tener que asumir la deuda total de 86 millones de euros, ha encendido a varios colectivos de Castellón, tanto deportivos como de carácter social, por no decir que a casi todos los castellonenses de a pie que miran otra vez hacia Valencia con el grito puesto en el cielo por la descriminación endémica que muchas veces sufre nuestra provincia.

Por una parte, no se entiende como en plena época de recortes -ajustes como los califican desde el Consell- que afectan a la sanidad, la educación, la dependencia, la vivienda, etc., y de numerosos atrasos en el pago de subvenciones que son vitales para los colectivos afectados, el Consell si que tenga disponibles casi cinco millones de euros para no dejar en la estacada a un club de fútbol -el Valencia CF- que es una sociedad anónima deportiva.

Así se comprende la reacción de varios deportistas de Castellón y provincia, de todas las disciplinas, que claman contra una injusticia de tal tamaño, y además les asiste la razón.