Todos los momentos fundamentales de la historia tienen a la libertad como telón de fondo. La búsqueda de la libertad ha movido y mueve el mundo. Dijo Don Quijote aquello de que «por la libertad, Sancho, se puede y debe aventurar la vida».

Y si por algo se diferencia el Partido Popular es por la defensa de la libertad. No descubro nada si confieso que me siento liberal y que creo que la única forma de avanzar es bajo el modelo del liberalismo económico con las garantías del Estado de Derecho.

Hay mucha confusión respecto a qué significa libertad. Para mí, igual que para mi partido, la libertad supone garantizar que, de partida, todos los ciudadanos tienen las mismas oportunidades. Las administraciones debemos luchar para eliminar las desigualdades y que todo el mundo tenga garantizados unos derechos. Y desde el mismo inicio que cada cual, con su esfuerzo y su talento, haga su camino: que los mejores tengan su recompensa.

Y bajo esa premisa creo firmemente en que bajar los impuestos, apostar por la libertad económica y en tejer herramientas de apoyo a los sectores productivos es la salida. Esta demostrado que a mayor libertad, más empleo y crecimiento. Y esas políticas las aplica el PP.

Y libertad es también el respeto a las tradiciones. No se puede entender que la Generalitat Valenciana ponga trabas a la celebración de los actos taurinos en la Comunitat. Primero eliminaron el blindaje que suponía el BIC creado por el PP y ahora vuelven a complicar el desarrollo de la fiesta con imposiciones y trabas. Detrás de esto hay ideología: la de prohibir.

Desde el PP pensamos que debe haber un respeto a las tradiciones. Que los ciudadanos deben poder elegir la lengua en la que estudian sus hijos, el modelo educativo que quieren, si quieren o no celebrar toros... el papel de una administración no es adoctrinar, prohibir o castigar a quien piensa diferente. Esas actitudes nunca han llevado a nada bueno.

El Consell ha decidido imponer medidas que van en contra de la tradición taurina, pese a que se trata de un sector económico importante de la provincia y, lo que es peor, lo ha hecho a espaldas de los aficionados y los expertos taurinos. El Partido Popular, sin complejos, defendemos las tradiciones y el bou al carrer y todo lo que significa para la provincia.

De la misma forma defendemos que no se puede imponer una lengua o un sistema educativo, sino que debe haber modelos para cada tipo de familia, garantizando la libertad de elección.

No es bueno crear conflictos donde no los hay, ni enfrentar y dividir a la sociedad por todo lo que puede llegar a suponer, como ya hemos visto en otras comunidades. La libertad es, sobre todo, respetar la paz y la convivencia, fomentar puentes y avanzar hacia una sociedad que crezca y progrese, que no siembre rencores ni enfrentamientos.

*Presidente de la Diputación Provincial de Castellón