No ha hecho falta más que un año para tildar al gobierno de Puig y Oltra de la casa de los líos. No lo digo ya por las destituciones de la secretaria autonómica de Sanidad o de la directora general de Internacionalización, que son las primeras en caer del gobierno del mestizaje.

Para lío el que se está formando con la designación de quien debe ser el piloto del Consejo Rector de la televisión valenciana. Las prisas y la descoordinación están llevando a un ordeno y mando que ha ahogado las palabras consenso e independencia. En un año ya hay quien apuesta por un patinazo del propio president Puig.

Pero si esto es así, la verdadera cara se muestra con las consecuencias de esa puesta en marcha. El pasado 13 de mayo, sin publicidad, casi con nocturnidad y en el silencio más absoluto, el Consell de Puig y Oltra practicó, a modo de microcirugía, recortes que antes, en etapas anteriores, eran criticados y ahora silenciados.

Mientras mantiene 29 millones de euros para la puesta en marcha de la televisión, el 13 de mayo decidían recortar en el tejido sensible de la sociedad. Producto de la decisión de Puig y Oltra se han recortado diez millones de euros en políticas sociales, casi once en sanidad y más de 15 en educación.

Esa es la verdadera cara del gobierno del Botànic. Vivir para ver, en un año se le ha caído el mito social. H

*Diputado autonómico del Partido Popular