Querido amigo Vicent Frías, confieso que no es habitual que utilice este rincón para escribir cartas de amor. Pero, al terminar tu ciclo de secretario general del PSPV-PSOE de la Vall d’Uixó, creo que tengo la obligación de utilizarlo para felicitarte públicamente por tu buen hacer.

Y eso que, digan lo que digan, la actividad política no es tarea fácil. Más bien es un oficio bastante enigmático e inexacto, de esos que cuando tienes las respuestas te cambian las preguntas. Además, durante estos últimos años ha tenido enemigos que, como la corrupción o los recortes sociales, la han desacreditado y desarraigado. A pesar de todo y siempre de forma humilde y sencilla, aquí no hablamos de milagros, tú y tus compañeros habéis conseguido que la actividad política del PSPV-PSOE en la Vall sea algo permanente y con sentido social y de izquierdas. Es decir, como un pequeño poder para los que no tienen poder y en la línea de buscar y defender soluciones de igualdad.

En cualquier caso me quedo con la praxis de participación que se impuso. Podemos decir que la dirección éramos todos. Circunstancia que al ayudar a que nos reconociéramos y nos escuchásemos, facilitó la unidad y una hoja de ruta ó relato que mirando al futuro ha respondido al compromiso de todos, En ese sentido aún recuerdo aquello de ayudar a los compañeros del Ayuntamiento, posibilitar que se vote en las primarias desde el conocimiento y la libertad, contribuir con enmiendas a modernizar la socialdemocracia... etc.

Querido Vicent Frías: no lo has hecho todo. Como tu bien sabes la política es algo colectivo. Pero sí digo que has trabajado mucho, bien y, en consecuencia, has sido decisivo para que el PSPV-PSOE sea útil a la sociedad de la Vall d’Uíxó y, en el partido, renazca la ilusión. Características necesarias en la vida y en la política. Así es que, por todo, mi agradecimiento y, como dice el bolero: «si tu me dices ven lo dejo todo».

*Analista político