Pues ya está. Acabaron las fiestas de la Magdalena. Hace poco acabaron las fallas, de gran seguimiento también en nuestra provincia, y ahora han finalizado las fiestas de Castellón. Con una participación popular masiva. Y ahí es donde quería llegar yo, a la participación. Que no salga ningún político que nos quiera vender que la gran participación es debido a la bonanza económica que ellos han conseguido. Porque esta afluencia masiva de gente en las calles es debido a que estas fiestas se realizan todas en la calle, sin ningún coste para el ciudadano, y por lo tanto es a lo que cualquier persona puede acceder hoy en día.

Estas fiestas son a las que los jóvenes pueden acudir, aunque estén sin empleo, la gran mayoría. Aquí no les dirán que están «sobrecualificados», manda h… En un país normal, serían jóvenes que están de vacaciones, y aprovechan las fiestas para olvidarse durante unos días de la rutina del trabajo. Aquí son días de fiesta que se aprovechan para olvidarse de la triste realidad del mundo del trabajo (empleo juvenil). Pero bueno, todo no es malo. Hay quien ha encontrado trabajo debido a las celebraciones. Por una semana, sí, pero trabaja. Con un contrato a tiempo parcial, sí, pero trabaja. Con una miseria de salario, sí, pero trabaja. Esto es lo que tenemos, y a lo que nuestros gobernantes, con la ministra Fátima Báñez a la cabeza, proclaman como «creación de empleo, y de calidad».

No nos olvidemos de los jubilados y pensionistas, que con el «subidón» que han tenido de las pensiones, habrán podido ir todos los días a comer y cenar por los chiringuitos. Aunque la verdad tampoco he visto a mucha gente mayor consumiendo. En las mascletás, castillos, pasacalles, conciertos, correbous, desfiles, pregó, etc.. abarrotao Eso sí, gastando… los de fuera.

Ironías aparte, siempre es bueno y gusta ver las calles conforme se han visto en estas fiestas, llenas de gente de todas las edades, participando en todos los actos programados para llenar ¡nueve días de fiesta! A todo el mundo, a nivel particular, le parece una barbaridad, pero en público, a ver quién es el guapo, o guapa, que reduce esos días, y más aún, cuando el último día, todos los que somos de aquí, sabemos que después del Magdalena Vítol, lo que se oye es: «Otra semana, otra semana, otra semana…» De locos, o no. Y que conste que lo digo con conocimiento de causa.

Pero ya toca volver a la normalidad. La cual, desde UGT, va a ser seguir reivindicando empleos dignos, tanto en condiciones como en salarios, garantía del mantenimiento y del poder adquisitivo de las pensiones, sistema público de sanidad con condiciones dignas para trabajadores y usuarios, derogación de la LOMCE, y acuerdo entre todos los afectados para una ley de enseñanza que no cambie cuando cambie el partido que gobierne, eliminación de la figura del «trabajador pobre», derogación de la reforma laboral… A este fin, os invitamos a que participéis en todas aquellas manifestaciones, concentraciones y demás actos que hagamos, porque lo hacemos, no por capricho, sino porque hay que demostrarles a los que pueden decidir, que cuando algo no nos parezca correcto, vamos a decirlo, y la calle es el mejor sitio, no el salón de casa o la barra del bar. Después, las quejas no sirven de nada. Y aunque falte más de un mes, ya os emplazamos para el 1º de mayo, que históricamente ha sido cuando la gente se echaba a la calle como reivindicación, y se ha convertido en un día en el que la mayoría se va de campo, o playa, o donde sea, que también se tiene derecho. Pero claro, el gobierno de turno piensa: «si en su día no piden nada, eso es que están bien».

*S. territorial UGT Comarques del Nord