Los colectivos antiabortistas reuniron ayer en Madrid decenas de miles de personas para exigir al pesidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que retome la contrarreforma de la interrupción del embarazo emprendida por el exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Una demostración de fuerza, pero inferior a la conseguida por los mismos colectivos en el 2009, cuando unas 250.000 personas se movilizaron contra la ley del aborto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, hoy en vigor. Los convocantes tampoco lograron arrastrar ni a dirigentes relevantes del PP, ni a los obispos. Solo se pudo ver a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y a una veintena de parlamentarios populares de segunda fila. Tampoco estuvo Ruiz-Gallardón.

La gran mayoría de los participantes en la marcha siguieron la consigna de los organizadores de no politizar la marcha y solo gritaron cuando pasaron junto a la sede del PP en la calle de Génova, cerrada a cal y canto. Rajoy traidor, Rajoy genocida, respeta la vida o Dónde están, no se ven los valores del PP fueron algunas de las consignas. La manifestación, encabezada con la pancarta La vida importa, concluyó con el discurso del presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, que advirtió a Rajoy que “está a tiempo de cumplir”, recurriendo a su mayoría absoluta para “erradicar el aborto”. Si no lo hace, anunció que los mismos colectivos convocarán una nueva marcha en 2015. H