Un grupo de afectados por el supuesto timo de Paco Sanz, conocido como el hombre de los 2.000 tumores, a quien la Policía atribuye una estafa de alrededor de 250.000 euros, se personó ayer en la comisaría de Puente de Vallecas de Madrid para denunciarle «por haberse sentido estafados». En concreto, el valenciano Paco Sanz está acusado de estafar a más de 8.000 personas, entre las que figuran personalidades como el exwaterpolista y presentador Pedro García Aguado, actores como David Muro o Nacho Guerreros o la folclórica Charo Reina, quienes entregaron dinero pensando que le ayudaban a sufragar un tratamiento médico.

Un grupo de esos afectados, agrupados en una plataforma y encabezados por Pedro García Aguado (Hermano mayor), presentó ayer la denuncia ante la comisaría de Puente de Vallecas, representados por el bufete de abogados Iuris Factor. «Doné porque creí que estaba ayudando a alguien» subrayó García Aguado, quien desveló que tiene «una sensación agridulce» cuando acudió junto a otros afectados para presentar la denuncia en la comisaría y ofrecerse a prestar ayuda.

Por su parte, la firma de abogados actúa pro bono, es decir, de forma gratuita y sin ánimo de lucro, con el objetivo de «actuar judicialmente» contra Paco Sanz y «en defensa» de todos los afectados que «desinteresadamente prestaron atención a su causa».

abierto a más denunciantes // Según Eric Ventura, abogado de la plataforma, el bufete «representa a un grupo determinado de famosos, pero pretende ayudar a cualquier persona que pueda justificar que es perjudicada en la causa». Para Ventura, Pedro García Aguado, David Muro, Nacho Guerreros o Charo Reina acuden como afectados para «generar un efecto llamada» entre los perjudicados, de forma que se sumen nuevos a la iniciativa judicial.

Por su parte, desde la plataforma de afectados han comunicado que «los abogados van a dedicar cientos de horas, de forma gratuita, para defender los intereses de los afectados».

La Policía investiga desde hace un mes esta presunta estafa, con miles de víctimas, muchas de ellas anónimas, que habrían aportado desde cantidades simbólicas hasta 3.000 euros.

Los investigadores sospechan que Paco Sanz exageraba su diagnóstico médico y hacía creer a sus víctimas que padecía una enfermedad terminal pero en realidad dedicaba el dinero a mantener una alto nivel de vida, con adquisición de vehículos y gastos en tiendas de lujo, tecnologías y viajes. De hecho, hace poco se conocieron las tomas falsas de los videos que utilizaba para solicitar dinero y en que se mofaba de los potenciales donantes.

Según los investigadores, está acreditado que Sanz nunca ha recibido tratamiento de quimioterapia y que la patología que padece no es mortal.