El 42,1% de los 651 conductores fallecidos en el año 2017 en accidentes de tráfico y sometidos a autopsia había consumido alcohol, drogas o psicofármacos, según el informe del Instituto Nacional de Toxicología presentado este lunes. La memoria pone más que de manifiesto que, pese a las campañas informativas y las sanciones, los malos hábitos al volante se mantienen prácticamente iguales en la última década, prevaleciendo el consumo de bebidas alcohólicas, seguido del de estupefacientes, en su mayoría cannabis y cocaína, continuando por los psicofármacos.

De esta forma, el número de positivos en conductores ha bajado solo un punto respecto al 2016, mientras que en los peatones la cifra ha aumentado hasta un 34%, si bien sigue siendo una de las más bajas del periodo.

El perfil del infractor es la de un varón entre 25 y 55 años, conductor de coche, que había consumido alcohol, cannabis o cocaína. De hecho, entre los conductores analizados, el 92% son hombres y entre los positivos el 66,4% habían ingerido alcohol, un 37,6% drogas y un 26,6% psicofármacos. En el caso de los peatones, los dos últimos consumos se invierten y el 41% había tomado pastillas o medicamentos y el 31% sustancias ilegales.

AUMENTAR LOS CONTROLES

Ante la inexorable aparición de consumo de sustancias que perjudican la conducción entre cuatro de cada 10 fallecidos al volante, tanto el director general de Tráfico, Pere Navarro, como el fiscal en seguridad vial, Bartolomé Vargas, coincidieron en que la ingesta de alcohol o drogas es un problema «grave» en las carreteras, que achacaron a las costumbres españolas y el hábito de consumir en los ambientes festivos o como resolución de problemas. «Es un problema urgente de salud pública», consideró el fiscal, mientras que Navarro repasó las múltiples campañas puestas en marcha para que «todo el mundo sepa que no se puede conducir y beber». Aun así, reconoció, «hay un núcleo duro» al que a la DGT le «cuesta llegar».

En este escenario, el director de Tráfico apostó por aplicar las recomendaciones europeas e «incrementar hasta donde sea posible» los controles, para que aumentar la sensación de que si se bebe o consume drogas tarde o temprano «te van a pillar». En su opinión, es más conveniente que aumentar las penas en el Código Penal, con la idea de que el conductor tenga claro que si «va bebido va a morir o sufrir graves lesiones, matar a otro o le van a coger y acabará con antecedentes».

Uso del whatsapp

De entre los accidentes --y óbitos-- motivados por la distracción del conductor, WhatsApp está detrás de buena parte de ellos. Para atajar esta siniestralidad por meros despistes, la DGT anunció la semana pasada que tiene previsto aumentar el número de puntos que se pierden por esta causa. En la actualidad, está fijado en tres, mientras que el alcohol puede suponer la pérdida de seis. Tanto es así que fuentes del organismo confirmaron que el uso del móvil podría penalizarse con entre cuatro y seis puntos esta legislatura.