La nueva red social de moda entre los adolescentes, This Crush, ha puesto en alerta a profesores y expertos por su opacidad y porque puede convertirse, si no se maneja bien la situación, en una peligrosa arma de ciberacoso en los institutos. El principal atractivo de la aplicación, que en el último año ha conseguido miles de usuarios, es la posibilidad de interactuar y enviar mensajes o comentarios de forma anónima. Aunque no hay datos concretos sobre cuántos catalanes la utilizan, Ferran Lalueza, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), cifra en cientos de miles las descargas que se han hecho aquí. Y pese a que las normas de uso la limitan a la mayoría de edad, falsear esta información es fácil y se calcula que muchos perfiles corresponden a menores de edad, sobre todo entre 13 y 16 años.

Lalueza, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC y experto en redes sociales, ha comprobado cómo la aplicación es cada vez más popular y que las limitaciones impuestas por la empresa que lo comercializa no garantizan un buen uso de la misma. El docente ha explicado en declaraciones a la Agència Catalana de Notícies (ACN), que a pesar de la obligatoriedad de ser mayor de edad para abrirse un perfil, es fácil mentir y la compañía, con sede social en Israel, se remite a las leyes de este país y deja toda la responsabilidad al usuario y, en caso de que sea menor, a su tutor.

Otra vez, el anonimato

El peligro de This Crush radica en su principal atractivo, el anonimato. Como ya ocurrió hace unos años con otras redes sociales como Gossip, los usuarios pueden interactuar con otros usuarios, ya sea a través de mensajes o comentarios, de forma anónima. La "coartada" inicial, en este caso, es, según afirma la empresa creadora, poder enviar "piropos" y halagos, y poder facilitar la declaración de amor entre los usuarios, pero tal como explica Lalueza, esta primera impresión deriva hacia insultos, ataques verbales o comentarios de mal gusto, que, en algunos casos ya han derivado en denuncias ante la Policía.

El problema se da, explica Lalueza, porque a pesar de ser una red para mayores de edad, los usuarios se sitúan entre los 12 y los 20 años, y en su mayoría, entre los 13 y los 16 o 17, ya que el atractivo de el anonimato "afortunadamente" va remitiendo con la edad y, aunque también las hay, las actuaciones de las personas mayores en esta línea son más residuales.

Este anonimato es de hecho el único valor añadido de This Crush, que a nivel de contenido se aprovecha de otras plataformas como Instagram o Facebook, y que a nivel de interfaz tiene incluso una apariencia 'vintage'.

Desconocido por los padres

Uno de los escollos con que se pueden encontrar las familias a la hora de evitar que esta herramienta se convierta en arma de acoso es el desconocimiento de su existencia. Lalueza recuerda que otras redes como Facebook, Twitter o Instagram son más populares entre el público adulto y los hijos pueden coincidir con los padres, que conocen su funcionamiento para poder detectar un uso inadecuado.

Precisamente en este aspecto, coincide el investigador de la asociación No al Acoso Escolar (NACE), Josep Soler, que reconoce lo difícil que les resulta a la mayoría de los padres estar al día de todas las novedades en las redes sociales o aplicaciones, y por tanto, cree que formarse y actualizarse es de las pocas herramientas que tienen las familias.

Soler advierte de que este tipo de redes sociales, que facilitan el anonimato, dan a los acosadores una falsa sensación de cobertura que les permite actuar con impunidad porque la situación lo facilita. El ciberacoso, recuerda este experto, afecta a un 20% de los escolares y cada vez es más frecuente sobre todo en edades más bajas, ya que la edad a la que lo niños empiezan a utilizar dispositivos móviles, ordenadores o videojuegos es cada vez más temprana.