La 'Xylella fastidiosa', la bacteria que ha matado un sinnúmero de olivos a lo largo de 540.000 hectáreas en Italia y que se detectó en Baleares a finales de octubre, aún no ha hecho acto de presencia en la península Ibérica. Sin embargo, no se puede excluir su presencia en el territorio peninsular. Árboles de las islas tuvieron síntomas compatibles con la enfermedad ya hace cuatro años, antes de que se identificara la plaga y se impusiera el veto a la exportación de plantas desde las islas. Además, a las plantas importadas desde América (el principal foco de la bacteria) no se les aplicaron controles especiales antes de la crisis italiana.

Por esto, las Administraciones estatal y autonómicas han creado grupos de trabajo de expertos. El viernes pasado, se reunió el grupo estatal, integrado por expertos y responsables del Ministerio de Agricultura y de las comunidades autónomas interesadas. El lunes se reunió el grupo creado por la Generalitat en agosto del 2015, durante la crisis italiana, que ahora va a hacer reuniones semanales.

"Actualmente estamos en el momento cero de la epidemia, equivalente a la primera vez que se detectó en Italia: aún no se sabe cómo va a afectar la Xylella a España", afirma Blanca Landa, investigadora de la Universidad de Córdoba y experta de referencia en la bacteria en España, que está asesorando a los gobiernos central y balear. "Es muy complicado decir si ha saltado o no [a la península]. Lo que ha pasado en Italia, en Córcega y en Mallorca podría haber pasado en la península, pero por el momento no hay evidencias", añade.

RIESGO MUY ALTO

"El riesgo de que aparezca en la España peninsular es muy alto: a medida que se haga más prospección, es probable que se detecte", afirma Alberto Fereres, investigador del CSIC en Madrid, también miembro del grupo de expertos estatal. "Por el tiempo que lleva la enfermedad y por su dinámica, es probable que salte, si no ha saltado ya", observa Jordi Sabaté, investigador del Institut de Recerca i Tecnologies Agroalimentàries y miembro del grupo catalán.

Entre las medidas barajadas por el grupo de expertos estatal figura seguir destruyendo las plantas positivas, sin eliminar todas las asintomáticas pero potencialmente afectadas hasta que se analicen, según informa Landa, que también forma parte de ese grupo. Se handestruido 2.000 plantas en las Baleares, informa. También se plantea bloquear el tráfico de plantas entre las islas. Finalmente, se va a aumentar la monitorización y el muestreo en toda la península. "Son ideas que aún se están elaborando", subraya Landa.

El grupo catalán aprobó un protocolo para evitar la introducción y propagación de la enfermedad en Cataluña. Según ha informado el Departament d’Agricultura, de las 814 muestras analizadas en el 2016, ninguna dio positivo. "Los viveros catalanes tienen comandas paradas por un millón de euros, tan solo por la noticia de que la Xylella ha llegado a España", informa Sabaté. El lunes, Unió de Pagesos solicitó que el Ministerio de Agricultura declare Cataluña zona libre de la plaga.

100 POSITIVO EN LAS BALEARES

No obstante, el abanico de posibilidades -de las más optimistas a las más pesimistas- está todavía abierto de momento. Hasta la semana pasada se han detectado más de 100 positivos en Mallorca, Menorca y Eivissa, informa Landa, pero no se ha detectado ninguno en la península.

Un hecho determinante es que algunos árboles mostraban síntomas de la enfermedad desde hacía años. "Hay una foto de un acebuche [olivo silvestre] del 2012, sacada de Google Street View, que presenta desecación de ramas. Ya desde el 2008-2009 los almendros de Mallorca empezaron a presentar problemas de secado. Estos problemas se atribuían a la sequía. Quizá se debían a la Xylella. Por la extensión de la enfermedad, la bacteria debe llevar años en la isla", observa Landa.

MEDIDAS INSUFICIENTES

Las variantes de la bacteria localizadas en las Baleares no vienen de Italia, según los expertos, porque sus genomas son distintos. También dañan a los olivos, pero no se sabe si su impacto en esa población podría ser tan devastador como el de la cepa italiana. Se sospecha que también "podrían ser agresivas con el almendro, el frutal de hueso y la vid", apunta Sabaté. Esas cepas han hecho estragos en estas plantas en EEUU desde la década de 1930.

La Xylella podría haber llegado a la península también por las importaciones. "Durante mucho tiempo no se tomaron medidas suficientes de control. Después de la crisis italiana sí, pero la bacteria podría haber llegado antes", apunta Fereres.

"Ante una situación así, nadie está preparado, pero no por negligencia, sino por falta de experiencia", observa Landa. Baleares está haciendo todo lo que tiene a su alcance, coinciden los expertos. "La mejor forma de combatir a esta bacteria, más que empezar a buscar culpables, es que todos los sectores implicados trabajemos de la mano, de forma coordenada", concluye Landa.