Esta semana un asteroide de gran tamaño pasará por las proximidades de la Tierra. Y sí, a primera vista podría parecer aterrador. Pero aunque la NASA lo haya definido como objeto potencialmente peligroso, el paso de este cuerpo celeste no supone ningún peligro para el planeta.

Los bautizados como "objetos potencialmente peligrosos" (potentially hazardous objects o PHO por sus siglas en inglés) no son ni más ni menos que cuerpos celestes de gran tamaño que en un determinado momento de su trayectoria pasan relativamente cerca de la Tierra. En esta categoría se clasifican todos aquellos cometas y asteroides con más de 150 metros de diámetro y que llegan a estar a 0,05 unidades astronómicas de la Tierra (el equivalente a 7.479.893.535 metros).

Es decir, se trata de objetos celestes que podrían ser potencialmente peligrosos en caso de impacto directo contra la Tierra. Sin embargo, estas estimaciones tampoco deberían alarmarnos demasiado, ya que según apuntan las agencias espaciales "no hay cuerpo celeste actualmente conocido que pueda impactar en la Tierra en los próximos 100 años".

El cáculo del impacto

Para evaluar el potencial riesgo de impacto de un asteroide con la Tierra se utilizan diferentes clasificaciones técnicas de amenaza de impacto. Una de las más conocidas es la Escala de Turín, una herramienta que permite medir el riesgo de impacto de cometas y asteroides de gran tamaño que se aproximan al planeta. En este caso, los objetos potencialmente peligrosos son clasificados en una escala del 0 al 10.

De acuerdo con la escala de Turín, los cuerpos celestes clasificados con un 0 no supondrían ningún peligro para la Tierra dada su casi nula posibilidad de colisión o la poca repercusión de sus efectos (comparables con la entrada en la atmósfera de polvo espacial). Por otro lado, aquellos objetos clasificados con un 10 supondrían un enorme riesgo para el planeta ocasionando desastres a grande escala.

Según indican los expertos, todo apunta a que el paso del asteroide NF23 por las cercanías de la Tierra (a aproximadamente 5 millones de kilómetros de la superficie terrestre o el equivalente a 13 veces la distancia entre nuestro planeta y la Luna) no supondrá ningún peligro.