Antes de acabar su mandato en la alcaldía de Madrid, Ana Botella tomará una decisión a la que el PP se había resistido hasta ahora pese a los consejos de los expertos. A partir del próximo día uno de enero, el acceso a todo el centro de la capital quedará limitado a los vehículos de los residentes y a los que se dirijan a los aparcamientos. El objetivo es luchar contra la polución. Esta supera los límites permitidos por la autoridades comunitarias, que tienen en marcha un procedimiento para imponer una multa millonaria.

Las motocicletas tendrán acceso libre de siete de la mañana a diez de la noche, y las furgonetas que lleven mercancías a los comercios podrán entrar solo de diez de la mañana a una del mediodía. Los accesos serán vigilados por cámaras. H