Otro 'Winter is coming...' a las ya legendarias tierras de Poniente. Y no es el que ya conocen los protagonistas de 'Juego de tronos', sino uno quizás más demoledor. Al menos, para Irlanda del Norte, que es donde se ruedan buena parte de los exteriores de la conocida superproducción de la cadena estadounidense HBO. Es el inesperado y aún más imprevisible invierno que se prevé con el Brexit. Y es que la sorprendente decisión del pueblo británico de salir de la Unión Europea pone en un brete el rodaje en los alrededores de Belfast de la popular serie.

La razón por la cual las familias Stark, Lannister y compañía pueden en breve hacer las maletas y buscar un nuevo Poniente -donde proseguir sus intrigas palaciegas, venganzas y apasionadas relaciones de amor y odio-, está en el poderoso señor don dinero: los productores de 'Juego de tronos' eligieron Irlanda de Norte como escenario por su indudable belleza paisajística, pero también por las ayudas económicas que otorga la Unión Europea a las producciones que se ruedan en un país comunitario.

Estas ayudas se engloban en el denominado Fondo Europeo para el Desarrollo Regional (Feder), creado para estimular el crecimiento económico en toda la UE. Con el Brexit, los productores de 'Juego de tronos' dejarán de recibir esta inyección de dinero y, posiblemente, ya no les salga tan a cuenta a sus productores grabar en Irlanda del Norte..., y sí apuesten más por otros escenarios que mantienen estas ayudas, como son los casos de España,Croacia, Malta...

Aunque medios británicos señalan que en la HBO no quieren comentar qué puede pasar con el futuro de la serie, lo que sí está claro es que, en el caso de que la serie cambiase de Poniente, llegaría un invierno muy crudo a Irlanda del Norte: se calcula que, en los últimos cinco años, el rodaje de 'Juego de tronos' ha dejado en el paísunos 170 millones de dólares, además de 900 puestos de trabajo directo y 5.700 indirectos.

Y cuando no hay rodaje, hay turismo: se ha creado una auténtica estructura comercial alrededor de los principales escenarios, conguías, circuitos en autobús, 'merchandising' e incluso dobles de los actores, que representan las escenas más populares para gozo y disfrute de los fans.

Con estos números económicos , quedan en agua de borrajas los 22 millones de dólares que invirtió el gobierno irlandés en unos grandes estudios audiovisuales en Belfast, con los que acabaron de 'convencer' a los productores de la serie para que eligiesen sus tierras como escenario ideal de las tramas. Hay que tener en cuenta que el piloto de la producción se rodó en la no menos espectacular Escocia. Lo dicho: 'Winter is coming...'.

LA UER NO ES LA UE

'Juego de tronos' sí puede ser uno de los aspectos negativos del Brexit (para Gran Bretaña, claro). Pero otro de los grandes eventos audiovisuales paneuropeos, Festival de Eurovisión, se mantiene al margen de toda esta movida político-económica. Existía una cierta confusión con la posibilidad de que los británicos tampoco pudiesen participar en el veterano certamen musical, pero no eso no es correcto: este 'show' no tiene absolutamente nada que ver con la UE (Unión Europea), sino que pertenece a la UER (Unión Europea de Radiodifusión), que es quien lo organiza.

Fundada el 12 de febrero de 1950 (precisamente en el Reino Unido) por 23 radiodifusoras de Europa Occidental y la cuenca del Mediterráneo, la UER (EBU, en inglés) es una organización internacional cuya sede se encuentra en Ginebra y opera bajo las leyes de Suiza. Nació para facilitar el intercambios de programas, retransmisiones en directo (la primera fue la coronación de Isabel II, en 1953) y noticias de radio y televisión entre sus socios; y también para hacer un frente común para la compra de grandes derechos audiovisuales, como fueron los Juegos Olímpicos.

Fue la UER la que en 1953 planteó la creación de un festival musical,que empezó a celebrarse en 1956, y en el que se da la circunstancia de que cinco de los países que participan, los socios que más aportan a la organización, pasan siempre directamente a la final del certamen. Es el denominado 'Big Five': España, Francia, Alemania, Italia y, claro está, Gran Bretaña.

Por cierto, los representantes británicos en la última edición de Eurovisión, Joe y Jake, quedaron antepenúltimos.