Los días con más concentración de hollín en la atmósfera, la mayoría procedente de los motores diésel, aumenta un 20% el riesgo de sufrir un ictus, según un estudio del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y el Instituto de Salud Global de Barcelona. Los investigadores han hallado una relación directa entre este contaminante, procedente de la mala combustión de los motores diésel, y el incremento de casos de ictus tras analizar datos de 2.740 pacientes. R.D.