Mariano Rajoy siempre presume de tener el “rumbo” claro y de huir de las “improvisaciones” que, en su opinión, caracterizan a sus rivales políticos. Sin embargo, la imagen que ha dado Dolors Monserrat al mostrar el lunes que es partidaria de que los jubilados con rentas más altas paguen más por las medicinas, para desmentirlo por la noche en un tuit y aumentar la confusión este martes al señalar que no está en la “agenda” pero que se “estudiará”, supone una enmienda a la totalidad al ‘estilo Rajoy’. De ahí que, según fuentes populares, la actuación de la ministra de Sanidad, aunque no es la primera integrante del equipo del presidente que cae en contradicciones y cambios de marcha, haya incomodado tanto al Gobierno como al PP, por mucho que lo califiquen de "desliz".

Montserrat, según corroboran varias fuentes, no ha consultado con el PP sus intenciones de “ajustar” el copago farmacéutico de los jubilados que perciben entre 18.000 y 100.000 euros y el partido conservador no comparte al 100% el espíritu de la medida. Su ADN consiste en bajar, no en subir los impuestos (aunque se desdiga cada vez que no cuadran las cuentas o hay que pactar con la oposición). De hecho, en su programa electoral no aparece ninguna propuesta para revisar el sistema actual, ni tampoco en la ponencia social redactada cara al congreso de febrero en el que el PP prevé poner al día su ideario.

AUGURAN QUE NO SE HARÁ

De ahí que en la dirección popular haya quien augure que la propuesta, salvo que se alcance un consenso entre los expertos o con el resto de partidos, no se llevará a cabo. Aumentar los copagos sanitarios es impopular, provoca “mucho ruido para nada”, según interpretan en el PP, y España no atraviesa en estos momentos una situación acuciante que requiera que se exprima al máximo el bolsillo de los españoles.

Entonces, ¿por qué la ministra se ha metido en este charco? A la hora de responder esta pregunta sus compañeros de filas son benevolentes con la ministra. No creen que haya sido una metedura de pata intencionada, sino un “fallo de explicación” o un “desliz”.

En este contexto, el ministro de Economía, Luis de Guindos, señaló, como Montserrat, que la reforma del copago “no está encima de la mesa” del Gobierno, y consideró que la intención de Sanidad es “abrir un periodo de reflexión”. Mientras que el extitular de Sanidad y presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ratificó que la modificación de los tramos no está “ni en la agenda ni es unaprioridad” del Ejecutivo.

Por su parte, Carlos Fernández Carriedo, consejero de empleo de Castilla y León, comunidad gobernada por el PP, sostuvo que conviene “reflexionar” sobre si la reforma que se hizo en el 2012 es “suficiente” y “si hay colectivos que hacen aportaciones que no deberían hacerlas” por su bajos ingresos.