La policía de Rumanía ha detenido y entregado a España a un varón de 28 años y nacionalidad albanesa que se encontraba huido de la justicia tras cometer varios robos con fuerza en las cosas en viviendas de Huesca y Cataluña junto a otros miembros de una red criminal que fue desarticulada en abril.

La operación que fue llevada a cabo entonces por miembros de la Guardia Civil y los Mossos de Esquadra se denominó "Basilence" y concluyó con la detención de once miembros de la organización y la investigación de otros cinco a los que se les imputaron 85 robos, 47 en localidades de la provincia de Huesca y 38 en poblaciones catalanas, perpetrados en urbanizaciones y chalés que la banda sometía a una estrecha vigilancia previa.

Tras estas detenciones dos hombres pertenecientes al grupo criminal se dieron a la fuga y huyeron de España, por lo que se inició una nueva operación, denominada Iku, han informado fuentes de la Guardia Civil.

Como la forma de actuar de los fugados consistía básicamente en el uso de documentación falsa para tener libertad de movimientos por Europa, el Juzgado de Instrucción número 2 de Monzón (Huesca) emitió una orden internacional de detención y una orden europea de detención y entrega para poder poner a disposición de la justicia a los fugados.

La Guardia Civil solicitó además la colaboración de diferentes policías europeas y fue con la albanesa con la que más se llevó a cabo, ya que la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Huesca tenía numerosos indicios de que el huido, ahora detenido y encarcelado, podría encontrarse en ese país.

La dificultad para identificar al fugado, dada la facilidad con la que la red criminal confeccionaba identidades alternativas con documentación falsa, ha sido el principal problema de la operación, aunque finalmente la policía rumana consiguió identificar plenamente al huido.

Se dio así cumplimiento a la Orden Internacional de Detención, que se llevó a cabo el 30 de agosto y se entregó al fugado a España el pasado 6 de septiembre.

En la operación, dirigida y coordinada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Huesca, ha participado la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil que ha colaborado con diversas policías europeas y Europol para la localización del detenido y su puesta a disposición de las autoridades judiciales españolas.

El fugado fue puesto a disposición del juez, que decretó su ingreso en prisión.