Vuelven las “reválidas” o pruebas muy parecidas al final de cada etapa del sistema educativo que traerá consigo una nueva ley del PP, que echará abajo la actual LOE socialista, la LOMCE (ley orgánica para la mejora de la calidad educativa). El borrador de la futura norma, que ayer presentó en el titular de Educación en el Consejo de Ministros, instaurará pruebas de evaluación o filtros, todavía sin bautizar por el departamento de José Ignacio Wert, al final de Primaria, Secundaria Obligatoria (ESO) y Bachillerato o FP Superior. En cualquier caso, se trata de evaluaciones oficiales que será necesario superar para pasar a la siguiente etapa. Además, no se permitirá pasar de curso con más de dos materias suspendidas.

El anteproyecto, que será debatido este otoño con el sector educativo y enviado al Congreso antes de Navidad, también prevé reducir el número de asignaturas y aumentar en un 25% las horas lectivas en materias instrumentales --matemáticas, lengua e idiomas--, tanto en ESO como en Bachillerato. El Ministerio trabaja con la intención de que toda la reforma entre gradualmente en vigor a lo largo de los próximos tres años, empezando el curso 2012-2013 con Primaria.

En la prueba de final primaria, según ha explicado Wert, se exigirá a los alumnos conocimientos y destrezas básicas imprescindibles para pasar a secundaria: saber leer y escribir, y tener conocimientos básicos de matemáticas y lengua extranjera. No superar esta prueba significará que el alumno deberá cursar de nuevo sexto curso (último) de Primaria si no hubiera repetido durante esta etapa. Si ya hubiera repetido, pasaría a ESO con un informe sobre las necesidades de mejora y refuerzos y apoyos que necesita.

La siguiente etapa, la Secundaria Obligatoria (ESO), mantendrá sus cuatro cursos. Los alumnos que la superen obtendrán el correspondiente título, pero deberán aprobar la siguiente “reválida” para poder cursar los estudios postobligatorios de Bachillerato o la FP. La siguiente evaluación se realizará tras haber superado los dos cursos. Será imprescindible para obtener el título y optar a cursar estudios universitarios.

Para calcular la nota la calificación de los cursos de Bachillerato tendrá un valor del 60% y la de la prueba final de esta etapa del 40%, pero será necesario al menos aprobarla con un 5.

Desaparecerá la actual Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o selectividad. Wert justifica su retirada por considerar que es poco efectiva y que el nuevo modelo se parece más a los implantados actualmente en Europa.

La nueva ley no dejará pasar de curso con más de dos suspensos. Actualmente se permiten tres o más. También eliminará la asignatura de Educación para la Ciudadanía en primaria y solo se impartirá en un curso de la ESO con la denominación de Educación Cívica y Constitucional. La materia que actualmente se imparte en primero de Bachillerato como “Filosofía y Ciudadanía” pasará ahora ser solo “Filosofía”.

Sin embargo, la palanca o piedra angular de la reforma, según el proyecto, es el adelanto a 3º de la ESO de la elección de “itinerarios” mediante materias optativas y “convertir” el 4º en un curso de “iniciación” con dos trayectorias: hacia Bachillerato y hacia FP. H