¿Una cara vale más que mil palabras? La respuesta sería sí, a la vista de las cifras que arroja el mundo de los emojis: más de 700 millones se comparten cada día en Facebook y 250 millones al mes en Twitter. Una suma astronómica que da verdadera cuenta del impacto mundial que las caras sonrientes y los corazones alcanzan en la cultura popular.

Por eso, los famosos emojis también tienen su día mundial, concretamente, el 17 de julio. Todo comenzó en 1990, cuando la operadora móvil japonesa NTT creó una colección de 176 dibujos que se convertirían en el origen de este lenguaje universal en internet, aunque no fue hasta 2008 cuando Apple lanzó su primer catálogo de estos dibujos y dieron el salto a la conversación mundial.

En total hay 2.823 aprobados por Unicode, el consorcio que regula su uso. Su práctica crece cada día y son distintos a los emoticonos, que son los símbolos creados con signos de puntuación.

Según un estudio de la consultora Brandwatch sobre el uso de emojis en Twitter a nivel mundial, estos iconos sirven para tomar el pulso al ambiente: los símbolos de alegría se disparan en Navidad y año nuevo, mientras que los de miedo tuvieron su máximo histórico en el periodo previo al referéndum de Reino Unido sobre su pertenencia a la UE.

PARA TODOS LOS GUSTOS

Aunque la cara llorando de risa y el tradicional corazón rojo son los más usados, según los datos de varias redes sociales, también hay sitio para excentricidades para todos los gustos. Zombis, granjeros, yoguis o malabaristas, dinosaurios, unicornios, varias versiones del mono, pintarse las uñas, lavarse el pelo o comidas como la paella o un cuenco de ramen, un tipo de sopa de fideos japonesa.

Recientemente, se han añadido medio centenar de símbolos nuevos, entre ellos el pavo real, la llama, un ábaco, la profesión de superhéroe o la doble hélice de ADN, y se espera otra tanda antes de que finalice el año.

¿Desplazará este tipo de código al texto en internet? «Todo nuevo código de comunicación ayuda, no resta», subraya el director general de Fundéu BBVA, Joaquín Müller-Thysssen Bergareche.

Los emojis tienen sentido en las comunicaciones en internet donde el espacio está limitado y estos iconos ayudan a «reforzar el discurso», añade Müller-Thyssen.