España produce al año alrededor de un millón de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos, según Eurostat, cifra que crece actualmente a un ritmo tres veces mayor que los sólidos urbanos, de ahí la importancia de reciclar y reutilizar cada aparato.

Los datos que maneja la Oficina Europea de Estadística demuestran que en los países de la Unión Europea, el 4% de la basura generada en es electrónica, es decir que se generan unos diez millones de toneladas al año, y en España se llega al 10% de las mismas, de los que se considera que 750.000 son reciclables.

A nivel comunitario se están tomando medidas, como por ejemplo el hecho de que el año 2020 los productos deberán llevar en sus etiquetas la huella ecológica. No obstante, en España existe el caso de una empresa gallega, Revertia, que desde el 2010 realiza una gestión integral de este tipo de residuos, es decir, recogida, traslado y reutilización con el objetivo de darles una «segunda vida». Según explican fuentes de la firma, que también trabaja en Portugal, han pasado de gestionar 20 toneladas de residuos en el 2011 a más de 140 el 2015.

El objetivo es facilitar la reutilización de aparatos electrónicos y equipos informáticos y sus componentes, que, de lo contrario, terminarían en los puntos limpios de las ciudades o en los trasteros de muchas familias que al no saber qué hacer con ellos, los almacenan a lo largo de años.