Era un sueño largamente perseguido por los cocineros vascos. Tras haber situado a Euskadi en un lugar de privilegio en el panorama gastronómico mundial, sus principales representantes han impulsado la creación del Basque Culinary Center, la primera facultad de Ciencias Gastronómicas, que incluye un centro de I+D único en el mundo. Los príncipes de Asturias, acompañados por el lendakari, Patxi López, y la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, recorrieron ayer las flamantes instalaciones del centro que está ubicado en San Sebastián.

En el acto de inauguración, Felipe destacó "el talento de nuestros cocineros", que calificó como "los mejores del mundo". En su discurso, que inició y finalizó en euskera, mostró su "satisfacción y felicidad" por estar en la ciudad con la que su familia guarda una vinculación histórica y sentimental: "Es un poco como volver a casa", confesó.

DESPLIEGUE DE SEGURIDAD Los Príncipes llegaron a San Sebastián en medio de un impresionante despliegue de seguridad, pero no se registró ni el más mínimo incidente. Apenas una veintena de personas se acercaron a saludarles, y fueron respondidos con gran cordialidad.

El objetivo de esta facultad, perteneciente a la prestigiosa Mondragón Unibertsitatea, es colocar la formación e investigación gastronómica de Euskadi como referente internacional. El lujoso edificio busca la semejanza con una pila de platos, y en su financiación han colaborado las instituciones vascas y españolas, así como empresas privadas.

En el acto estuvieron presentes los siete cocineros que forman el patronato de la facultad: Juan Mari Arzak, Martin Berasategi, Pedro Subijana, Karlos Argiñano, Andoni Luis Aduriz, Hilario Arbelaitz y Eneko Atxa. Además, el Basque Culinary Center cuenta con un consejo asesor, presidido por Ferran Adrià, en el que están los nueve cocineros más influyentes del mundo.