Deshielo. La Organización Meteorológica Mundial de la ONU informa de que la extensión del hielo marino en el Ártico y el Antártico durante el pasado enero fue la más baja registrada hasta ahora durante ese mes, mientras que las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron un nivel récord.

«El hielo perdido en ambos polos ha sido extraordinario», advierte David Carlson, Director del Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, en una reunión informativa de la ONU celebrada en Ginebra (Suiza).

En el Ártico, la superficie total de la capa de hielo el pasado mes fue de 13,38 millones de kilómetros cuadrados, lo que representa 260.000 kilómetros cuadrados menos que en enero del 2016. A modo de comparación, los 260.000 kilómetros cuadrados perdidos en el último año corresponden a un territorio mayor que el del Reino Unido. La OMM indicó que si hace una comparación de largo plazo, el mar de hielo en el Ártico ha perdido 1,26 millones de kilómetros cuadrados.

También en el Antártico la extensión de la capa de hielo fue la menor registrada para un mes de enero, lo que se debió a cambios en los patrones de vientos, que normalmente difunden el hielo.

El mes pasado fue el tercer enero más caluroso en la Tierra desde que comenzó el registro histórico de temperaturas en el año 1880, según el último análisis mensual realizado por científicos del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS, por sus siglas en inglés) de la NASA, hecho público este pasado miércoles.

Los datos de la NASA indican que la temperatura de enero de este año superó en 0,92 grados el promedio de ese mes en el periodo de referencia entre 1951 y 1980, y estuvo por debajo de los eneros de 2016 y del 2007.

Enero del 2016 fue el único en 137 años del registro histórico en que la temperatura media de la superficie de la Tierra rebasó en un grado los valores habituales de ese mes. Entonces, el planeta se encontraba en sus momentos más cálidos jamás registrados, puesto que entre octubre del 2015 y abril del año pasado se encadenaron siete meses con temperaturas superiores a un grado por encima de lo normal.