En el Valle del Mosela, en la Lorena francesa, una joven empresaria ha lanzado un Camembert libre de leche ideal para veganos. Anne Guth, de 28 años, ya era amante de los quesos antes de convertirse en vegana. Razón por la cual se le ha ocurrido adaptar a sus nuevos hábitos alimenticios el clásico suave, cremoso y acre francés.

Y lo ha conseguido sustituyendo la leche animal por una de anarcardos. Esa es la principal baza de Les Petits Veganne, empresa que Guth fundó el año pasado y que actualmente produce 3.000 quesos veganos al mes.

Su "especialidad vegetal" se consigue tras más de un mes de maduración. Por fuera tiene un aspecto casi idéntico a la corteza blanca y calcárea del Camembert real. Por dentro, es una mezcla del jugo de nueces de anarcardo con agua y sal con fermentos. La poción vierte en un molde circular y solo hay que esperar a que los hongos hagan su trabajo.

"Llevo años siendo vegana y admito que echaba de menos los quesos", explica la empresaria. Al principio, empezó a prepararlos en casa. Algunos de aquellos experimentos no siempre salieron bien". Hasta que dio con la fórmula que le satisfizo por completo.

"ESPECIALIDAD VEGETAL"

Guth asegura que ha logrado una versión con un "sabor completo", aunque no puede etiquetarse como "queso" porque no lleva leche. Por eso se comercializa como "especialidad vegetal".

Para Guh, más que el sabor, "lo más difícil fue crear quesos veganos visualmente hermosos".

La empresa ha obtenido la autorización para llamar "Camembert" a sus productos, aunque no se puedan denominar "quesos" (según un decreto del 2007 que solo considera que lo son los que llevan queso de vaca).

En una cata a ciegas organizada por la radio y televisión Franceinfo, Clément Maudet, un quesero de París, dijo: "No tiene olor animal. La textura es extraña, parecida a una mousse. Es un producto muy suave, pero la corteza tiene un regusto desagradable y amargo".

Otro miembro del público comentó que era "sorprendentemente bueno" y lo describió como "no desagradable". Otro invitado a la cata, sin embargo, lo calificó como "nada bueno". La mayoría lo encontraron parecido al Camembert, aunque un poco "artificial".

Hubo una reacción más positiva, aunque variada, por parte de los miembros del público invitados a probar el Camembert vegano. Un hombre dijo que era "sorprendentemente bueno" y otro lo describió como "no desagradable", pero un tercero lo calificó como "nada bueno". A otra señora la versión se recordaba a La Vaca Que Ríe.

ALGO MÁS CARO

Las peores críticas llegaron por su precio, "excesivo", para los comensales. El Camembert vegano cuesta 10,90 euros (casi el doble de lo que suele costar su versión tradicional elaborada con leche no pasteurizada, como dicta la tradición).

Además del Camembert, Guth también comercializa a través de la web Petits Veganne queso vegano azul Blue Lorrain y queso suave con sabor a ajo.