Un juez de París ha emitido una sentencia que obliga a Twitter a identificar a los autores de mensajes antisemitas antes de 15 días bajo amenaza de imponerles multas de 1.000 euros diarios si no contestan.

La demanda fue impulsada por un sindicato de estudiantes judíos y grupos de derechos humanos a raíz de material antisemita pero podría extenderse sobre un amplio ámbito de mensajes de tono racista y extremista.

"Es una decisión excelente, y esperamos que ponga fin al sentimiento de impunidad que alimenta los peores excesos", afirmó Stephane Lilti, abogado del grupo que impulsó la denuncia.

Los mensajes antisemitas aparecieron el pasado octubre y han sido borrados.

El juez también obliga a Twitter a establecer un sistema en Francia que ayude a los usuarios a evidenciar contenido ilegal. Según las leyes francesas, los culpables de incitar al odio racial pueden ser multados y encarcelados durante un año.