El misterio de los dos bisontes decapitados en la reserva natural de Valencia sigue sin autor confeso. Carlos Álamo, el responsable de la reserva de Valdeserrillas de Benagéber, negó ayer que fuera culpable de la muerte de dos animales decapitados hace un mes ni de la falta de alimentación.

Pero la locuacidad que tenía hace cuatro semanas cuando hizo público el caso ha desaparecido. Apenas contestó con tres monosílabos a los periodistas a la entrada a la Ciudad de la Justicia de Valencia. La fiscalía está ahora pendiente de los resultados de un último análisis, que parecen clave para decidir si finalmente le acusan de maltrato animal, tal y como lo apuntaba el informe de la Guardia Civil. H