Antes de dar incluso a conocer los integrantes del Gobierno, el PSOE sorprendió al anunciar la intención de Pedro Sánchez de crear la figura de un Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, que dependerá directamente del presidente. «Hemos trabajado mucho en esta materia y es una de las obsesiones de nuestro secretario general», justificó al respecto la número dos del partido socialista, Adriana Lastra.

A partir de ahí, no ha trascendido quién desempeñará la tarea ni cuáles serán sus funciones, pero los especialistas en el sector no dudan de que el Alto Comisionado debería ser una especie de Pepito Grillo que vele porque Gobierno y el resto de las administraciones tengan siempre en mente que España sufre un grave problema de pobreza, que afecta a los derechos de los niños, quebranta su igualdad de oportunidades y arriesga su desarrollo futuro. España es el tercer país de la UE en tasa de riesgo de pobreza, un 29,7% de los menores de 16 años están en esta situación, un total de 2,2 millones. Además, también es el tercer país que menos gasto público dedica a la protección social de familias e infancia (1,3% del PIB frente a una media del 2,4% en la UE). Con estos indicadores, el camino por recorrer es extenso. Por suerte, la hoja de ruta ya está perfilada con el trabajo previo que el PSOE y otros grupos han hecho en el Congreso así como por el consenso de las oenegés que trabajan con la infancia en torno a las medidas a aplicar, pese a que apenas existen ejemplos de figuras gubernamentales destinadas luchar contra la pobreza infantil.

EL TERCERO DE LA UE // Existe, eso sí, un modelo que marcó un antes y un después, la comisión creada por Tony Blair en 1999, que asesoraba a todos los ministerios y con créditos fiscales, medidas a favor de los cuidados y en apoyo a las familias monoparentales logró que en 10 años la tasa cayera un 16% más que en ningún otro país de la OCDE. Siguiendo esta estela, el presidente francés, Emmanuel Macron nombró el año pasado un delegado ministerial, por lo que el Alto Comisionado español sería el tercer ejemplo en Europa. El sector ha recibido, por tanto, la noticia ilusión y esperanza, porque supone colocar en la agenda un problema que, hasta ahora, no aparece entre las principales preocupaciones de los españoles, pero que según los especialistas necesita de medidas «urgentes».

Las oenegés estarán, no obstante, vigilantes para que no sea una mera figura simbólica y, conscientes de que el PSOE tendrá que actuar con los presupuestos del PP --que solo incluyen 346 millones para la pobreza infantil-- reclaman medidas sin coste y habilitar fondos de contingencia o créditos extraordinarios.