Miles de personas desafiaron ayer la amenaza de tormenta y salieron a las calles de Guadalajara a dejar claro que no quieren un cementerio nuclear en la región. La manifestación, principalmente convocada contra la candidatura de Yebra, acabó arropando también la de Villar de Cañas, en la provincia de Cuenca. Ambas forman parte de la lista de ocho localidades que aspiran a albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC).

“Este es un paso que teníamos que dar”, declaró Javier Gómez, portavoz de la Plataforma Anticementerio Nuclear de Guadalajara que convocó la protesta. Gómez cifró en 15.000 el número de manifestantes y defendió que la respuesta de la gente demuestra que en la provincia no hay, como requiere el Gobierno, consenso. “Sí lo hay en contra de traer aquí el ATC”, subrayó. Detrás de una pancarta con el lema Yebra no se vende marchaban, entre otros, el alcalde de Guadalajara y presidente del PP en la provincia, Antonio Román, así como el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda. El primero calificó de “innecesario” el concurso abierto por el Gobierno central para albergar residuos nucleares, y dijo que la iniciativa “ha promovido la confrontación entre personas, partidos, ciudades, pueblos y comunidades”. Puede, es más que probable que no sea la primera manifestación contra el ATC: la plataforma convocante cerró el acto anunciando nuevas movilizaciones para marzo. H