La única hija de Jim Carrey quiere seguir los pasos de su padre, pero no en el mundo del cine sino en el de la música. Tiene un grupo con aires indie y una voz algo más que decente, pero sobre todo tiene prisa por comerse el mundo. Hace unos días se presentó al casting de American Idol, el equivalente estadounidense a Operación Triunfo.

Aunque el programa no le hizo dormir en la calle para acceder a la audición como al resto de los mortales, sus jueces demostraron que no siempre se cumple esa máxima de que una cara conocida es indispensable para aumentar las audiencias. Jane Carrey no pasó el corte, aunque al menos nadie la podrá acusar de nepotismo.

Y eso que aparentemente derrochaba confianza cuando se presentó ante el jurado formado por Jennifer Lopez, Steven Tyler y Randy Jackson. "Mis expectativas pasan por quedarme en el programa, así que iros acostumbrando a mí", les dijo antes de comenzar la audición. Si los jueces sabían quién era, lo disimularon bastante bien. Después de que Jackson le preguntara si su padre sabía que estaba allí ("sí, lo sabe", respondió ella), Lopez aparentó estar confundida, antes de preguntar quién era su padre. "¡Ah! conozco a Jim", respondió. "Me acuerdo de ti de cuando eras pequeña", añadió sin ningún tipo de rubor.

Jane cantó Lookin' out my back door, uno de los clásicos de la Creedence Clearwater Revival, el grupo rockero que sirvió de banda sonora en los años turbulentos de la guerra de Vietnam. Pero no salió como esperaba. "Me asusté al subir al escenario y me puse realmente nerviosa. Sé que lo puedo hacer mejor y estoy muy decepcionada conmigo misma", se lamentó la joven.

CAMARERA Y MADRE No debe de ser fácil ser hija de uno de los cómicos más histriónicos y mejor pagados de Hollywood. A sus 24 años, Jane es madre y trabaja de camarera, mientras trata de salir del marasmo de Myspace y de las penalidades del circuito independiente con su banda, Jane Carrey Band.

Muy simpática, según se desprende del vídeo que presentó en la audición, es hija del primer matrimonio del actor con la azafata de Comedy Store Melissa Womer. Aquel enlace duró ocho años, muchos más que el matrimonio del protagonista de El show de Truman con la actriz Lauren Holly, roto tras pocos meses.

"Fue divertido crecer con él como padre porque no es una celebridad extravagante, es bastante normal", explicó Jane en el vídeo previo a la audición. Pero también contó las dificultades que ha tenido para hallar su identidad acarreando el apellido famoso. "Es difícil crecer a la sombra de algo y encontrar tu sitio en el mundo bajo una sombra tan alargada", dijo. "Mi apellido ayuda y molesta. Siento que me enfrento a una presión extra para ser aún mejor, porque si logro sobresalir, me arriesgo a que me acusen de haber triunfado solo por mi apellido".

De momento, Jane deberá seguir trabajando para que sus ilusiones se hagan realidad. La suerte es que tiene un padre que la apoya y que sabe lo difícil que es salir del anonimato. Tras pinchar en la audición, le llamó para contarle la decepción. "Mi padre me dijo: me han dicho no un montón de veces y al final me acabó funcionando, así que con un poco de suerte llegará tu oportunidad".