El siempre inquieto Luis Eduardo Aute acaba de aunar su faceta de músico, pintor y escritor en El giraluna (Ediciones La Galera). El polifacético artista, de 68 años, ha convertido la introducción que habitualmente hace en sus conciertos para presentar esta canción del mismo título en un curioso libro de 32 páginas, con 16 dibujos, en el que narra una curiosa historia de rebeldía.

Se trata de un relato que empieza ya aclarando que casi todo en el universo que habitamos tiene su contrario... menos el girasol. "Están el bien y el mal, el todo y la nada, el ying y el yang, arriba y abajo, izquierda y derecha, bueno, esto últimamente ya no está tan claro... Hasta Dios tiene su contrario, que es el Papa. Y sí, hay girasoles pero no giralunas, así que decidí inventarme uno, así, en masculino, que es distinto e indisciplinado; que al caer el sol permanece erguido mirando el cielo porque intuye que algo tiene que pasar. Y así es: llega la noche".

LEJOS DEL PENSAMIENTO ÚNICO Una actitud que, según admite, coincide con la suya. "Es bueno salirse de esta apisonadora que se llama pensamiento único. Hay que tener criterio propio, curiosidad y fe, que son los valores que la luna descubre en el giraluna y por eso le premia enseñándole su cara oculta".

El músico subraya que el giraluna debería ser un ejemplo. Pero, ¿cuál es el comportamiento que Aute más detesta del ser humano? "La conformidad: el aceptar las cosas que otros quieren que sucedan, de ahí que sienta mucha simpatía por el movimiento de los indignados".

El autor de Al alba asegura con humildad que El giraluna "no es ni un cuento, es un esbozo; un cuentito en el que en realidad no ocurre nada". Reconoce que declaraciones como esta parecen más bien "una campaña de antimárketing", pero que como a su protagonista, le gusta "llevar la contraria". Otra curiosidad del libro es que sus textos forman caligramas poemas visuales fruto, dice, "de la improvisación". "Pero no dejan de ser reflexiones que ayudan a entender mejor la canción", añade el cantautor. Hablando de música, también adelanta que está preparando el disco que tomará el relevo de Intemperie. "Quiero encerrarme 20 días y rematar este trabajo que quiero grabar en marzo; tenerlo listo ya en primavera. Y tengo todavía más proyectos: otro libro de los que yo llamo poemigas, es decir, miguitas de poemas "Todos somos creaturas del Creador, no criaturas... Y mucho menos criados", rezó en una de sus primeras entregas, así como otra obra de poemas normales y una exposición de cuadros". ¿A qué se debe esta incontinencia artística? "Cada vez creo que me queda menos tiempo y que lo he de aprovechar. Tengo muchas cosas en embrión, y esta premura me empuja a trabajar".