L a privatización sanitaria madrileña empieza a tomar cuerpo. La Consejería de Sanidad ha adjudicado la gestión de tres de los seis hospitales públicos previstos, los de Vallecas, Arganda del Rey y Coslada, que serán controlados por el grupo Ribera Salud (los dos primeros) y el grupo Sanitas (el tercero). En los próximos días serán adjudicados los de San Sebastián de los Reyes, Parla y Aranjuez, dentro del programa de externalización puesto en marcha por el Gobierno autonómico, que ha encontrado una fuerte contestación social entre los profesionales, que han recurrido a huelgas y a multitudinarias manifestaciones para mostrar su rechazo.

La demora en la concesión de los tres últimos se debe, según explicó ayer el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, a que el grupo puertorriqueño HIMA San Pablo, que opta a ella, todavía no ha depositado la fianza como si han hecho el consorcio valenciano Ribera Salud (11,7 millones de euros) y la aseguradora Sanitas, propiedad de la multinacional BUPA (4 millones). La empresa caribeña levantó mucho revuelo en junio cuando su presidente admitió que su intención era desembarcar en Madrid como puerta de entrada a Europa para fomentar el turismo sanitario. Lasquetty explicó ayer que el objetivo sigue siendo que la gestión esté asumida en septiembre.

No obstante, los colectivos de médicos y ciudadanos en defensa de la sanidad pública, que integran la famosa Marea Blanca, recordaron ayer que todavía hay “un proceso judicial en marcha”, que confían en ganar y que puede “tumbar” estas adjudicaciones provisionales. “No es definitivo”, advirtió Patricia Alonso, directiva e la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid. “La adjudicación de estos tres hospitales, cuando todavía hay múltiples recursos judiciales pendientes, es una maniobra apresurada que pretende condicionar su resolución”, denunció un portavoz de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública. También anunció que, lejos de rendirse, seguirán las movilizaciones. H