La proliferación del pan industrial, con masa congelada y que con un toque de horno permite a supermercados de todo tipo despachar barras a precios por debajo de mercado, ha llevado a los maestros panaderos a levantar la voz en defensa del pan artesanal de masa lenta regalando 15.000 barras en Barcelona, Madrid y Sevilla este miércoles.

El sector artesano se queja de vender un 47% menos de kilos de pan que hace una década, ante la venta masiva de pan barato por otras vías. El colectivo ha querido defender el oficio y las propiedades del pan de masa madre, que precisa de un mínimo de 16 horas de fermentación. Para unir fuerzas también han creado el sello de calidad del pan de masa lenta MUM, representado por 653 panaderos con esta filosofía en todo el Estado, 126 de ellos en Catalunya.

En Barcelona, por la mañana una treintena de panaderos han repartido 6.000 barras de pan artesano ante la Estació de Sants. El objetivo era llegar al consumidor con pan de alta calidad y darle a conocer sus beneficios y su sello. En la provincia de Barcelona existen ahora 183 panaderías artesanas.