Una treintena de feministas francesas han criticado la tribuna publicada este martes en 'Le Monde' en el que un centenar de artistas francesas cargaban contra la "justicia expeditiva" de la campaña generada por el caso Weinstein #metoo y el "puritanismo", ya que consideran que banaliza la violencia sexual.

En este texto, publicado en 'France Info', su autora, la escritora feminista Caroline de Haas, ha lamentado que "cada vez que los derechos de las mujeres progresan, que las conciencias se elevan, las resistencias aparecen".

Según señala, los argumentos usados en la tribuna de 'Le Monde' no son nuevos y los asemeja a los comentarios del trabajo alrededor de la máquina de café o a los de las comidas familiares. "Esta tribuna es como el colega o el tío cansado que no comprende lo que está ocurriendo", señala.

La militante recuerda que en Francia "todos los días cientos de miles de mujeres son víctimas de acoso", "decenas de miles" de agresiones sexuales y se cometen "cientos de violaciones".

Asimismo, señala que el lenguaje influye en el comportamiento humano, y "aceptar insultos contra las mujeres significa permitir la violencia. "El dominio de nuestro idioma es una señal de que nuestra sociedad está progresando", sostiene.

"¿Cómo puede uno imaginarse por un momento una sociedad liberada en la que las mujeres dispongan de sus cuerpos y de su sexualidad plena y libremente cuando más de la mitad de ellos afirman haber sufrido violencia sexual?", se pregunta.

Violencia y seducción

Por otro lado, las feministas francesas critican que las firmantes de la tribuna de 'Le Monde' "mezclan deliberadamente una relación de seducción, basada en el respeto y el placer, con la violencia". En este sentido, señalan que "la violencia no es un aumento de la seducción", ya que mientras que con la primera se considera al otro como un "objeto disponible", la seducción considera al otro como su igual.

Asimismo, critica que según la tribuna de este martes la responsabilidad recae en las mujeres y que son ellas quienes deben aprender de pequeñas a no dejarse intimidar, algo que a juicio de las feministas no aborda la responsabilidad de los hombres ni su educación: "Tenemos derecho a no ser insultadas, silbadas, agredidas ni violadas".

"¿Los cerdos y sus aliados están preocupados? Es normal. Su viejo mundo está desapareciendo. Muy lentamente, muy lentamente, pero inexorablemente. Algunas reminiscencias polvorientas no cambiarán nada, incluso publicadas en 'Le Monde'", concluye el texto.