Tras recoger el pasado martes en el hotel Savoy de Londres un reconocimiento honorífico a su carrera en los Premios de la Moda Británica (British Fashion Awards 2012), el diseñador canario Manolo Blahnik se despertó ayer con otro nuevo galardón en sus manos, el Premio Nacional de Diseño de Moda, que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 30.000 euros.

Idolatrado en la industria de la moda y venerado por legiones de mujeres, el célebre creador ha sido homenajeado por partida doble un día después de cumplir 70 años. El hecho de que sus zapatos sean considerados auténticas obras de arte, y que los luzcan codiciadas estrellas del star system, le ha llevado a convertirse en todo un símbolo de tradición y modernidad mundial.

Por ello, el jurado, presidido por el director General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, Jesús Prieto, y del que forman parte los diseñadores Elio Berhanyer y Juan Duyos, las periodistas Carmen Martín, Joana Bonet, Pedro Narváez, el presidente de FEDECON-ModaEspaña, Antonio Ángel Asensio, y la directora del Instituto de Investigaciones Feministas, Asunción Bernárdez, han considerado oportuno premiar al creador por su exitosa carrera dedicada a vestir los pies de las mujeres con sus manolos.

Una trayectoria, que Blahnik inició en Londres en 1971 y las musas de aquellos años como Julie Christie, Jane Birkin o Bianca Jagger, fueron sus primeras clientas. En 1974 se estrenó como primer hombre que aparecía en la portada del Vogue británico y desde entonces, el trabajo de "un asombroso zapatero español afincado en Chelsea" (según el Sunday Times de 1977) empezó a tener eco y en los 90, sus zapatos se convirtieron en iconos gracias a mujeres tan influyentes como Madonna que llegó incluso a asegurar: "Prefiero unos manolos al sexo".

Al célebre zapatero, le incomodan los elogios, pero hay una frase de la periodista de moda del Herald Tribune, Suzie Menkes, con la que se identifica: "Manolo me dijo que sus zapatos no son moda, solo son gestos. La verdad es que yo los veo como pequeñas parcelas de placer".

También Kiko Veneno fue galardonado con el Premio Nacional de Músicas Actuales 2012, dotado igualmente con 30.000 euros. En su fallo, el jurado destaca "su contribución decisiva a la integración de tradiciones musicales internacionales e hispanas, difundiendo el compás, enriqueciendo con ingenio y calidad poética el formato de la canción popular".