Aunque en activo desde los 80, la actriz Margo Martindale ha acabado de explotar en edad madura: lleva una década robando escenas en series como 'Justified', 'The americans', 'The good wife' y recientemente 'Sneaky Pete'; por las dos primeras ha ganado Emmys. Ahora podemos verla en la tragicomedia familiar 'Los Hollar', recién estrenada en cines y desde el 12 de julio disponible en Blu-ray y DVD.

'Los Hollar' es, según dicho, "lo más auténtico y conectado de todo lo que he hecho". ¿Tenía ganas de probar algo así, una historia íntima y humana? Sí, sí, y sí. Absolutamente sí. Era algo que no había hecho hasta ahora. Me apasionaba la idea.

Es uno de sus personajes, diría, más amables, con intenciones más claras. Habitualmente sus creaciones esconden algo. Eso es cierto. La verdad es que me costó acostumbrarme al cambio al principio (risas), pero una vez te pones, preocuparte por los tuyos y tener sentimientos sale fácil. Por fin no era una villana.

El actor Toby Jones dice que no existen los malos, sino gente que encuentra formas malas de sobrevivir. Yo tampoco he visto a mis personajes como malvados, en realidad. Si se definen por algo, no es por la maldad, sino por la profesionalidad. En el caso de 'Justified', Mags Bennett [matriarca de una familia de criminales] es alguien que hace bien su trabajo. Y en 'The americans', mi personaje, Claudia [supervisora de los espías rusos en el centro de la intriga], es toda una líder.

¿Cómo fue trabajar al servicio de John Krasinski en 'Los Hollar'? ¿Al ser también actor, supo tratarles? Sabe tratarnos esencialmente porque es una persona amable y de buenos sentimientos. La película representa a la perfección el espíritu de Krasinski. No se me ocurre otro director mejor para contar esta historia.

¿Cuál ha sido su mejor experiencia laboral con un director, hasta la fecha? Hay varios directores con los que he adorado trabajar. Alexander Payne, con el que hice un segmento para 'Paris, je t'aime'. Robert Benton, con el que hecho cuatro películas. Clint Eastwood [quien la dirigió en 'Million dollar baby']. Y por supuesto, Krasinski.

Debutó con el añorado Tony Scott en 'Días de trueno'. ¿Qué recuerda de aquel rodaje? Creo que decía cuatro palabras en total. Hacía de chica de boxes. Pero diría que no lo hice mal: Robert Duvall pensó que ese era mi trabajo real y que estaba allí prácticamente como una extra.

Solo dos años después, en 1992, rodaba 'El aceite de la vida' con George Miller. Todo es genial en esa película. Miller es un perfeccionista, un director que tiene una visión en la cabeza y no descansa hasta hacerla realidad. En esta ocasión, trabajaba a una escala operística. Fue mi primer papel en condiciones, mi oportunidad de decir cosas y mostrar emociones.

Pero su nombre no empezó a sonar realmente hasta 'Million dollar baby'. Desde luego, esa película lo cambió todo para mí. Al menos en el cine.

¿Y en la televisión, que fue? ¿Quizá 'Justified'? Mi carrera televisiva empezó a coger brío antes, con una serie dirigida por Sidney Lumet, 'Los juzgados de Centre Street'. Y tengo cariño a una serie que hice en el 2007, 'The riches - Familia de impostores'.

No se da tan a menudo que una actriz de cierta edad solo haga que encontrar mejores y mejores papeles. Me lo estoy pasando en grande, eso tengo que decírselo...

Háblenos de ‘The americans’. Es la mejor serie de los últimos años, pero por algún motivo no tiene la popularidad que debería ni se lleva muchos Emmys. ¡Bueno, yo me he llevado dos por ella! (Risas) Y no he visto fans más apasionados que los de 'The americans'. Cada día alguien me para en la calle para decirme que me ha visto en la serie y que la adora. No es el mayor grupo de fans que existe, pero sí el más expresivo.

¿Ha sido difícil poner voz en la serie de animación 'BoJack Horseman' a… 'La Actriz de Carácter Margo Martindale'? Estaba rodando la sitcom 'The Millers' con Will Arnett [protagonista y productor ejecutivo de 'BoJack'], y éste me dijo: '¿Sabes qué? Vas a venirte a hacer conmigo mi serie de dibujos animados'. Y yo contesté: 'No, no voy a hacerlo'. Y él me dijo: 'Vaya si vas a hacerlo'. Me alegro de haber aceptado porque fue muy divertido.