El presidente del Grupo Porcelosa, Manuel Colonques, fue uno de los invitados de honor a la boda del torero José María Manzanares, que se casó ayer en Alicante con la joven Rocío Escalona, estudiante de Márketing e hija de un conocido cirujano plástico de la ciudad, tras una relación sentimental que se ha prolongado durante 11 años. Colonques estuvo acompañado de su mujer, Delfina Sanz, y su hija María, directiva de la azulejera Venis, que recientemente fue elegida por la prestigiosa revista Hola como la mujer más elegante del mes de junio en el panorama nacional. María Colonques volvió a deslumbrar a los presentes, como hiciera en la boda de su hermano Manuel, esta vez con un precioso vestido azul diseñado para la ocasión por el modisto Óscar de la Renta.

A la ceremonia, repleta de glamur, no faltaron los toreros Francisco Rivera, El Juli, Talavante, Morante de la Puebla, El Tato, Javier Conde, Pepín Liria, El Fandi, El Cid o el rejoneador Diego Ventura. Ganaderos como Daniel Ruiz y Samuel Flores, la modelo Nieves Álvarez --también colaboradora de Porcelanosa-- que iba vestida por Valentino, el restaurador Lucio, Estrella Morente, el empresario Pepe Barroso y los periodistas Ramón García, Cristina Tárrega, Carlos Herrera o José María García, entre otros, aunque llamó poderosamente la atención la ausencia del padre del novio, José Mari Manzanares, matador de toros retirado, quien lleva años separado de su esposa.

La misa tuvo lugar en la iglesia Nuestra Señora de Gracia de Alicante, en cuyo exterior se agolpaban cientos de curiosos. Los padrinos fueron la madre del novio, Yeyes Samper, y el padre de la novia, el doctor Jesús Escalona de Blas. En total, más de 500 invitados, que después se trasladaron al lujoso hotel Barceló Asia Gardens en Benidorm para disfrutar del banquete nupcial.

José María Manzanares está estrechamente ligado al Grupo Porcelanosa desde hace tiempo. Tanto que ha participado en diversas campañas de publicidad para la firma de Vila-real, asistiendo también a la inauguración de varias tiendas en toda la geografía española. Una amistad que se refleja cada año cuando el torero hace el paseíllo en la plaza de Castellón, pues no duda en acudir a la barrera donde está María Colonques para hacerle entrega de su capote de paseo. H