El mundo perdió ayer una de sus conciencias, a un hombre comprometido hasta la médula con la defensa de la dignidad humana y la justicia social. Stéphane Hessel, autor del manifiesto ¡Indignaos!, que inspiró las protestas del 15M en España, falleció a los 95 años en París tras una vida de película. Diplomático de carrera, pensador, héroe de la resistencia, superviviente de los campos de exterminio nazis, redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, Hessel fue un luchador infatigable hasta el último suspiro. “Nos deja una lección, la de no resignarse jamás”, resumió el presidente francés François Hollande en un comunicado del Elíseo.

Guiños del destino, Hessel, laico visceral, se fue el mismo día que el papa abandonaba las riendas de la Iglesia. Vivían en planetas diferentes, pero ambos han tenido el coraje de ir contracorriente, de afrontar la vejez con la lucidez necesaria para admitir sus limitaciones y, llegado el momento, cometer un acto subversivo. En el caso de Hessel, firmar un manifiesto llamando a la juventud a rebelarse contra el sistema impuesto por las oligarquías y las finanzas.

Publicado en octubre del 2010, el opúsculo, de 32 páginas, fue traducido a 30 lenguas y vendió 4,5 millones de ejemplares en un centenar de países. El mensaje prendió rápidamente entre los movimientos de protesta por los recortes provocados por la crisis, empezando por España para extenderse hasta Grecia pasando por Francia. La oleada de los indignados cruzó el Atlántico para llegar a Nueva York bajo el lema “Occupy Wall Street”.

SABIO DE MODA // En Francia Hessel era un humanista muy respetado cuando el manifiesto le catapultó a la fama mundial. Convertido en el sabio de moda, el diplomático jubilado era solicitado en todos los platós y reclamado en las principales tribunas del planeta como si se de un oráculo moderado se tratara. Hasta hace pocos meses, gastaba una vitalidad digna de un atleta. Su contagioso entusiasmo y su optimismo parecían hechos a prueba de bombas. “Retengo de él su sonrisa, una sonrisa abierta, dulce, tolerante, que mostraba su creencia en el hombre”, subrayó la dirigente socialista Martine Aubry sumándose al homenaje del país a uno de sus intelectuales más apreciados, para quien la izquierda reclama un homenaje.

Pese al intenso frío, centenares de ciudadanos se acercaron ayer a la plaza de la Bastilla de París para rendir tributo a un hombre nada convencional.

Tras el éxito de Indignaos, Hessel publicó Comprometeos (2011), en el que llama a los jóvenes a implicarse, Exigid! Un desarme nuclear total y, el año pasado, en Declaremos la paz! Por un progreso del espíritu conversa con el Dalai Lama.

Hombre de izquierdas, ecologista, europeista convencido y crítico con los partidos --aunque apoyó a Hollande en las últimas elecciones francesas-- supo encontrar las palabras justas para despertar las conciencias. “La sociedad se siente perdida, busca dar un sentido a la aventura humana”, decía con la sencillez y la humildad de las personas sabias. H