Un avión iraní con 59 pasajeros a bordo y seis tripulantes se estrelló ayer en la región de Samirom, situada en la provincia central de Isfahán. El aparato siniestrado es un avión bimotor de hélice ATR de la compañía Aseman Airlines. El aparato, de 20 años de antigüedad, cubría la ruta entre Teherán y Yasuy, en el sudoeste del país.

El portavoz de Emergencias iraní, Moytaba Jaledí, explicó ayer que el avión desapareció del radar unos 50 minutos después de despegar de Teherán y se estrelló en una región montañosa.

Ante la dificultad de llegar rápido por tierra al lugar del accidente, las autoridades enviaron helicópteros, aunque el temporal de lluvia, niebla y viento no les permitió tomar tierra, por lo que no pudieron confirmar la suerte de los ocupantes. Todo apunta a que el accidente ha estado causado por la climatología. Moytaba Jaledí dijo que aún no habían avistado los restos del avión y que las autoridades tenían previsto enviar un dron.

El presidente Hasán Rohaní ha encargado al ministro de Carreteras, Abas Ajundí, que realice un informe de las causas del accidente lo antes posible, aunque todo apunta al mal tiempo. Según la agencia Fars, el comandante del avión siniestrado tuvo hace unos años un problema técnico casualmente con el mismo modelo de avión y en un vuelo que cubría también la ruta Yasuy-Teherán, pero logró realizar con éxito un aterrizaje de emergencia.