El mundo del periodismo y la cultura despidieron ayer a la periodista Paloma Gómez Borrero, quien falleció el viernes en Madrid y a la que todos recuerdan como «la mujer más bondadosa» y la «maestra del periodismo» que se convirtió en «la mejor embajadora de España en Italia», donde trabajó durante muchos años.

Hasta el tanatorio de la localidad madrileña de Alcobendas, donde a las 12.30 horas se instaló la capilla ardiente, se acercaron numerosos compañeros de profesión, como el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, quien afirmó que «es parte de la historia y la tradición del periodismo», por lo que «se tardará muchos años en olvidar su figura».

También despidió a la corresponsal, de 82 años, su excompañera Nieves Herrero, quien dijo, emocionada, que todos están «en shock», y destacó su «gran profesionalidad». Herrero contó que Gómez Borrero envió un mensaje hace dos días a los compañeros pidiendo que «no la olvidaran» pese a estar enferma, porque «tenía ganas de volver».

El presidente de la Academia de la Televisión, Manuel Campo Vidal, recordó que hace meses le entregaron el Premio a una vida, porque fue «pionera en todo», y destacó que fuera la primera periodista en entrar en el Vaticano, del que sabía «muchos secretos».