La datación más precisa realizada hasta la fecha de los principales yacimientos neandertales de Europa, desde el mar Negro hasta Andalucía, ha concluido que la especie se extinguió unos 10.000 años antes de lo que se pensaba, un lapso notable incluso para un periodo como el Paleolítico medio, y que no siguió una pauta geográfica clara.

Los autores del estudio, que han empleado para su trabajo tanto huesos como piedras talladas, concluyen que la huella neandertal se esfuma de forma progresiva y se consuma por completo hace unos 40.000 años, lo que significa que el periodo de posible contacto con el Homo sapiens, los hombres anatómicamente modernos recién llegados desde África a través de Oriente Próximo y el Cáucaso, se limita a un máximo de cinco milenios. Y no en todas las regiones.

El estudio lo ha coordinado Tom Higham, del Laboratorio de Arqueología de la Universidad de Oxford, y en él han participado investigadores de numerosas instituciones, incluidas las universidades del País Vasco, Autónoma de Madrid, La Laguna, Oviedo y Girona, así como el Museo Arqueológico de Lucena (Córdoba). Los detalles del estudio los publicó anoche la revista Nature.

Precisar cuándo se produjo la extinción de los neandertales es clave para conocer las causas del proceso y la influencia de los hombres modernos. «No sabemos cómo fue exactamente, pero está claro que la llegada del Homo sapiens coincide con la desaparición de los neandertales», sintetiza uno de los autores del trabajo, Julià Maroto, profesor de la Universitat de Girona.

Problemas técnicos han obstaculizado hasta ahora la datación fiable de todo el periodo, «ya que en muestras de más de 50.000 años se preserva demasiado poco carbono 14 como para que el tradicional sistema por radiocarbono ofrezca resultados precisos», subrayan los investigadores en Nature. Los investigadores calculan que hubo un solapamiento entre ambas especies que se prolongó de 2.600 a 5.400 años -una máximo de 250 generaciones- y que pudo permitir intercambios culturales y genéticos. Ese proceso no se dio en la península Ibérica, al menos en su porción meridional, porque cuando llegaron los hombres modernos ya habían desaparecido los neandertales. H