La aviación presume de ser el medio más seguro de transporte precisamente por su afán de regularlo todo, recuerda la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). El temor a nuevos incidentes está en el espíritu de la nueva regulación española, pendiente de estudio en la Comisión Europea y que pretende, según la agencia, “no frenar el desarrollo del sector pero profesionalizarlo”. La nueva norma limitará el uso del espacio aéreo por parte de aficionados a los drones. Para empezar, distingue entre zonas abiertas, zonas con limitación de drones y zonas libres de drones. De los actuales 120 metros que se permiten para cualquier aparato de menos de 25 kilos, la nueva norma pasa a detallar pesos y usos, y deja en 50 metros el límite para los de menos de un kilo (considerados “juguetes”), con visión desde el suelo. Los de más de un kilo y menos de cuatro (que ya permiten hacer fotos de calidad profesional, por ejemplo) pueden volar a más de 50 metros, pero “el piloto ha de tener conocimientos básicos de aviación” y el aparato ha de estar geolocalizado. Y si quiere volar en zonas de limitación de drones ha de pedir permiso y presentar un plan de vuelo. H