Una diminuta malla metálica, --de forma cilíndrica y cubierta por una capa de droga-- que es introducida en las arterias para descongestionarlas es, desde ahora, el nuevo alivio para los que sufren arteriosclerosis en EEUU.

Mediante este procedimiento, esperado con ansias por la comunidad médica estadounidense, ya han sido operadas esta semana al menos tres personas en el Hospital Jackson Memorial de Miami (Florida). Aunque esta nueva tecnología, llamada Stent, ha sido utilizada en Europa y Suramérica durante los últimos años, sólo hasta el jueves pasado fue aprobada por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) estadounidense como procedimiento para destapar las arterias.

Eduardo de Marchena, director de Cardiología de Intervención del Jackson, explicó que por lo menos el 70% de los pacientes que recibe el centro será atendido con esta nueva terapia.

Según el especialista, aunque el costo del nuevo Stent puede duplicar el precio de los tradicionales, a largo plazo será menor o el mismo, pues la nueva tecnología no permite que la diminuta mallita, ahora con droga, ocasione una cicatriz que bloquee las arterias y que haga necesaria una nueva intervención médica.

El nuevo Stent es "un gran avance" al liberar de forma controlada una droga durante los 30 días siguientes a la intervención, que no permite que se forme cicatriz dentro de la arteria. Es una operación en la que el paciente está consciente: se hace con anestesia local y el catéter es introducido por una arteria.