El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y el de València, Antonio Cañizares, volverán a ser los responsables de «moderar» la Conferencia Episcopal Española (CEE) al haber sido elegidos, como ya ocurriera en el 2005, para asumir la presidencia y la vicepresidencia de la institución.

Blázquez fue reelegido en primera ronda durante la 109 asamblea plenaria de la CEE tras obtener 52 de los 78 votos emitidos por los obispos españoles, ocho menos que los que tuvo hace tres años, mientras que Cañizares logró 20 y el arzobispo de Madrid y hasta ayer vicepresidente, Carlos Osoro, 4. En el proceso de elección de vicepresidente, Cañizares se hizo con 45 papeletas frente a las 28 de Osoro y el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, recibió tres.

Se cumplía así lo expresado por los obispos en la votación de sondeo celebrada el lunes, en la que ya Blázquez y Cañizares resultaron los favoritos para llevar de nuevo las riendas de la CEE para los próximos tres años, como ya ocurrió en el trienio 2005-2008.

En el inicio del que ya es su tercer mandato, Ricardo Blázquez defendió que este hecho no supone una vuelta al pasado y ha avanzado que, como aquella, esta será también «una convivencia muy normal y grata para todos».

«Ninguno de nosotros tenemos el reloj parado; estoy seguro de que vuestros relojes y el mío y el de monseñor Cañizares marcan la misma hora», resaltó el cardenal.