Después de varios días aquejada de una grave enfermedad en un centro hospitalario de Castellón, ha fallecido, la ilustre maestra y política, doña Palmira Pla, que había nacido en tierras aragonesas en 1914. En los últimos años ha estado ubicado su domicilio en los apartamentos Remolins de Benicàssim, en El entorno de la zona mágica de la Torre de San Vicent. Antes tuvo su domicilio en la urbanización la Parreta.

Desde muy joven tuvo dos banderas que marcaron su vida. Por una parte la de enseñante, que le llevo a estudiar Magisterio siendo desde muy pronto una brillante y eficaz maestra de escuela. La otra bandera la vemos con su militancia en el PSOE siempre fiel a los planteamientos de izquierdas. Salió malparada durante la guerra civil y en 1947, meses después de contraer matrimonio con el también aragonés Adolfo Jimeno Velilla, la familia emigra a Venezuela. Salvadas las dificultades iniciales, comenzaron a dar forma al sueño de su vida: el Instituto Escuela-Calicanto, que empezó a funcionar en Maracay con 15 niños, pero que multiplicaba anualmente la matrícula, con grandes hallazgos en la formación cultural de jóvenes estudiantes. En 1974, una grave enfermedad de su marido hizo que regresaran a España, buscando un clima más favorable. Ella solicitó el reingreso en el Magisterio y le adjudicaron la escuela de Valdealgorfa (Teruel) y después la de Almassora.

Años mas tarde, invitada por Felipe González, se presentó a las elecciones generales y fue diputada por el PSOE en las Cortes Constituyentes. Con el dinero que obtuvieron de la venta del Instituto Escuela Calicanto, Palmira Pla y Adolfo Jimeno crearon una fundación, ADOPAL, con sede en la universidad Carlos III de Madrid.

Entre nosotros adquirió gran popularidad como concejala de Cultura del Ayuntamiento de Benicàssim, donde presento su libro Momentos de una vida y mostró valiosas iniciativas de tipo cultural.

Palmira Pla siempre se consideró a sí misma, sobre todo, una maestra de escuela. Descanse en paz. S. Bellés