El papa Francisco aseguró ayer que no dirá «ni una palabra» en relación con las acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales vertidas en su contra e insistió en que el documento presentado por el exnuncio de la Santa Sede en EEUU, Monseñor Carlo Maria Viganò, que pidió su renuncia, «habla por sí mismo».

El Pontífice instó a los medios de comunicación a leer el escrito y decidir después si este posee o no credibilidad. En una carta de 11 páginas que fue publicada el domingo por algunos periódicos, el arzobispo Viganò hizo públicas sus acusaciones contra el Papa y, además, sugirió que otros miembros de la Curia han encubierto las acusaciones contra el excardenal Theodore McCarrick, de 88 años.

«No voy a decir una palabra sobre esto. Creo que la declaración habla por sí misma y tiene suficiente capacidad periodística para llegar a sus propias conclusiones», afirmó Francisco al ser preguntado por la carta redacta por el exnuncio norteamericano.

ACUSACIÓN «CREÍBLE» // El 20 de junio de este mismo año, la Archidiócesis de Nueva York (Estados Unidos) reveló que una investigación sobre el presunto abuso sexual de McCarrick, que antes de ejercer como purpurado había sido arzobispo de Washington hasta el año 2000, contra un menor apuntaba a que la acusación era «creíble y sostenible».