Fredi alquilaba una habitación en un domicilio de Salt ubicado muy cerca del Hospital de Santa Caterina. En el interior de esta ha abusado, supuestamente, de un número desconocido de chicos menores de edad. Tenía un plan para atraerlos hasta esta cámara. Y funcionaba bien hasta este viernes al mediodía, cuando dos agentes de los Mossos d’Esquadra llamaron por sopresa a su puerta y lo descubrieron, in fraganti, en compañía de su última víctima, un adolescente de 15 años.

EL ANZUELO

Fredi tenía varios perfiles falsos en Facebook. A esta última víctima la engatusó enviándole una invitación desde el perfil creado por un chica de nombre Valeria. Valeria y el menor se hicieron amigos en la red social y al cabo de poco tiempo ella le propuso que aceptara también la solicitud de amistad de una conocida, Laura. Esta segunda chica de Facebook se esforzó en conseguir un clima de confianza con él. Pronto intercambiaron sus teléfonos y comenzaron a charlar por Whatsapp.

Estas conversaciones eran de contenido sexual. Laura le mandó fotografías de ella desnuda y a cambio pidió lo mismo. A través de la apliación de mensajería instantánea, el chico accedió y le mandó a ella fotografías en las que él aparecía sin ropa.

LA COACCIÓN

Con este material gráfico en su poder, Laura comenzó a proponerle citas en la vida real. No era una propuesta que pudiera aceptar o rechazar libremente. El chico, según ha relatado en sede judicial este fin de semana, sabía que Laura estaba dispuesta a difundir por Facebook las fotografías en las que a él se le veía desnudo.

Si no aceptaba el encuentro, tendía que enfrentarse al hecho de que todo su entorno social tuviera acceso a estas imágenes. Aceptó que se vieran a solas. Se citaron en su habitación alquilada de Salt. Quien le abrió la puerta era Fredi. Aunque el chico seguía creyendo que frente a él estaba Laura.

Fredi según su NIE es un hombre de 33 años. Pero tiene la apariencia de una mujer. En los tres encuentros que logró forzar con este menor de edad, el chico no se dio cuenta de que estaba practicando sexo con un hombre hasta el segundo. La amenaza por parte de Laura --o Fredi-- de publicar sus imágenes íntimas en Facebook, según la víctima, provocó que aceptara quedar por tercera vez tras descubrirlo.

LA REINCIDENCIA

Los Mossos llegaron al final de esta tercera cita que consintió el chico. Los dueños de la habitación que alquilaba Fredi habían llamado en otras dos ocasiones a los Mossos. Según su testimonio, nadie se presentó entonces. Esta era la tercera vez que avisaban a la policía de que su huésped podía estar abusando de un menor en la habitación que les alquilaba.

Estos propietarios han asegurado ante el juez que, a pesar de que buena parte del tiempo Fredi lo pasa en Barcelona, cuando se aloja en Salt la frecuencia con la que consigue atraer a menores hasta su domicilio es de "uno o dos diariamente".

PRISIÓN PREVENTIVA

Este presunto agresor sexual lleva dos años residiendo en esta localidad de Girona. Tiene antecedentes por hechos similares e incluso otra causa judicial abierta por abusar de otro menor. Sobre él pesan asimismo órdenes de alejamiento de dos menores dictadas como medidas cautelares. Aunque hasta ahora seguía en libertad.

El fiscal Enrique Barata ha denunciado de oficio a Fredi. Para perseguir los delitos sexuales es necesario que la víctima denuncie al agresor. Algo que todavía no ha ocurrido en este caso. Sin embargo, la fiscalía puede proceder en solitario si la víctima es un menor de edad, según el artículo 191 del Código Penal.

Barata ha pedido prisión preventiva y el juez ha resuelto aceptarla y enviar a la cárcel a Fredi por considerar que existe riesgo de que pueda reincidir. Es decir, de que siga ocurriendo lo mismo que hasta ahora, que Laura vuelva a conectarse a Facebook para tejer la telaraña que atrapará a más víctimas para Fredi.