Mientras pronunciaba su discurso tras ser premiada por el mejor disco del año en la gala de los Brit Awards, Adele fue interrumpida por el presentador, James Corden, que la dejó con la palabra en la boca. Sin ocultar su enfado, la cantante levantó el dedo corazón de la mano derecha al aire. Solo había podido hablar 49 segundos. Su reacción se convirtió en minutos en tema del momento en las redes sociales. Después de la ceremonia, Adele pidió disculpas por su gesto y aclaró que no quiso ofender a nadie, "pero los organizadores me ofendieron a mí", dijo. Un portavoz de la cadena ITV dijo en un comunicado que el programa se estaba excediendo de duración.