Barcelona Según el Comité Económico y Social Europeo, casi la mitad de los europeos encuestados optaron por no reparar un producto en el 2015 por su coste. “Mientras el coste de fabricación es cada vez menor, el precio de la mano de obra se mantiene, y a la gente ya no le sale a cuenta reparar algo porque se vuelve muy caro”, opina Gonzalo Torralbo, de Recyclia. No todos los productos que se desechan acaban en el desguace. Un estadio intermedio son las empresas de reciclaje que también se dedican a recuperar. Arreglan los aparatos y los vuelven a poner en el mercado como de segunda mano. Según la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria, por cada 10.000 toneladas de residuos y otros materiales se crean 36 puestos de trabajo si se reciclan, y hasta 296 si se reutilizan.