Un equipo internacional de investigadores, liderado por el oceanógrafo español Carlos Duarte, ha diseñado una nueva generación de sensores de seguimiento milimétricos y biodegradables que, acoplados en animales marinos, ayudarán a evaluar la salud de los océanos y preservarlos mejor.

«Nuestra intención es conseguir una revolución en el mar parecida a la que supuso el paso del teléfono al smartphone y equipar a los animales con tecnología avanzada para diagnosticar con precisión el estado de los océanos», dijo Duarte en la rueda de prensa en la que presentó alguno de estos sensores, celebrada en el Oceanogràfic de València.

El desarrollo de los nuevos sensores forma parte de un proyecto dirigido por Duarte y por el oceanógrafo Rory P. Wilson, de la Universidad de Swansea (Reino Unido), y que integra a una veintena de investigadores de todo el mundo, como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de California en EEUU, y, en España, el CSIC y la Universidad de Illes Balears.

En la actualidad, el estado de los océanos se monitoriza básicamente con buques equipados para tomar muestras en zonas marítimas o con vehículos autónomos llamados gliders submarinos

Otro método es «utilizar a los animales como oceanógrafos», colocando sensores en cetáceos o reptiles, animales que en algún momento salen a la superficie para respirar y transmitir por satélite los datos registrados.

Estos dispositivos ya están diseñados y algunos de ellos se están probando ya esta semana con los animales del Oceanogràfic, primero con tortugas y tiburones, aunque los ensayos se extenderán después a delfines, langostas, moluscos y crustáceos.