Ser optimista a lo largo de la vida está asociado a la satisfacción con la que se asume la vejez, lo que hace que se pueda llegar a vivir hasta 7,5 años más que una persona con una actitud negativa.

Ésta es una de las conclusiones de un informe sobre el papel de la familia en el envejecimiento activo, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia The Family Watch con motivo del Día Europeo de la Solidaridad Intergeneracional.

El gerontólogo Fermín Mínguez subraya la importancia de “tomar todas las medidas posibles” para envejecer bien y fomentar las prácticas saludables para evitar que, tal y como informa el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2032 llegue a haber más de un 45% de mayores de 65 años que estén en situación de dependencia.

En la actualidad, hay “un 26% de ancianos dependientes”, continuó Mínguez, que apostó por fomentar que los mayores se sientan útiles e integrados en la sociedad. “Ya que todos vamos a envejecer, es importante hacerlo de la mejor manera posible”.

El director general de Family Watch, Ignacio Socías, hizo hincapié en la importancia de tener un envejecimiento positivo y activo, sobre todo si tenemos en cuenta que por primera vez en el 2012 los mayores de 65 años superaron a la población menor de 16. En la UE la esperanza de vida aumenta cada día cuatro horas, explicó Socías, por eso hacerse mayor sin caer en la dependencia se convierte en prioritario para gran parte de la población.

Un envejecimiento positivo, ha explicado, se centra en cuatro pilares fundamentales: mantener una vida saludable, fomentar la actividad cognitiva, tener un pensamiento positivo y participar en la sociedad con relaciones, competencias y productividad.

La solidaridad intergeneracional es un “factor clave” para que los ancianos estén “activos y actualizados”, explicó José Antonio Serrano, autor del informe.

El simple hecho de ir a buscar a “nuestros nietos” al colegio y hablar con ellos, apuntó el autor del informe, hace que “mantengamos la mente despierta”. H