Godzilla vuelve a su casa, Japón, y lo hace con toda la fuerza radioactiva y el espíritu subversivo que siempre lo han caracterizado. La Toho, productora madre de la criatura, tomó la decisión de hibernar a la bestia después de que la película realizada con motivo de su cincuenta aniversario, 'Godzilla: final wars' (2004), dirigida por Ryuhei Kitamura, fuera un fracaso en la taquilla. Ahora vuelven a resucitarla en 'Shin Godzilla', un proyecto que se estrena este viernes y que, tras un éxito descollante en su país, viene apadrinado de la mano de dos mitos del fantástico contemporáneo, Hideaki Anno (responsable de la saga 'Neon Genesis Evangelion'), responsable sobre todo del guion, y del mago de los efectos especiales Shinji Higuchi, experto en destrucciones masivas gracias a películas como 'Ataque a los titanes'.

“Cuando Toho desmanteló las piscinas donde se rodaban las escenas acuáticas de Godzilla, mi sueño de realizar una película pareció esfumarse”, nos cuenta Higuchi desde Japón gracia a la mediación de Daniel Aguilar, experto en el género y autor de libros como 'Destellos de la Luna. Pioneros de la ciencia ficción japonesa'. “No puedo describir la alegría que supuso para mí hacerme cargo de una nueva versión. Pero tanto Anno como yo lo aceptamos con la condición de que nos dejaran hacer algo nuevo, no una mera continuación repetitiva”.

En efecto, 'Shin Godzilla resetea la franquicia y no solo aporta un nuevo diseño del monstruo, sino que se convierte en una afilada crítica en torno a la mala gestión por parte del gobierno nipón tras el terremoto de 2011 y la tragedia de Fukushima, añadiendo una visión contemporánea al trasfondo social y político que ya tenía la película seminal de Ishirô Honda, 'Japón bajo el terror del monstruo' (1954). Quizás por ello, 'Shin Godzilla' se ambienta en despachos regidos por una absurda burocracia en los que se habla y habla y no se llega a ninguna solución mientras el caos reina entre la población. “Además de la tragedia en sí misma, los japoneses nos sentimos engañados por un gobierno que resultó incompetente para gestionar el desastre y quisimos partir de esa tesis para reflexionar sobre ella. La idea era poner de manifiesto: el Japón actual es así, ¿verdad?. Y aquí hay mucho que cambiar, ¿verdad? Vamos a pensar entre todos cómo hacerlo, cortando las ataduras con la vieja manera de funcionar, porque esto no puede seguir así”.

A FAVOR DE GODZILLA

Pero no nos engañemos, el verdadero protagonista de la función continúa siendo Godzilla. E Higuchi lo filma con toda la épica del espectáculo en imágenes a medio camino entre la poética de la destrucción y el inevitable cariño hacia su figura. Frente a la ineptitud humana, el público siempre se pone a favor del bando de Godzilla, y los aplausos al verlo son inevitables. “A lo largo de sus 62 años, Godzilla ha tenido muchas facetas. Comenzó siendo una criatura sin sentimientos, encarnación del peligro nuclear. Luego se convirtió en defensor de la Humanidad frente a otros monstruos, e incluso ha terminado siendo el amigo de los niños. Para los japoneses es un personaje entrañable”.

A Shinji Higuchi no le molestan las versiones americanas que se han hecho de Godzilla, pero… “Como aficionado al cine de monstruos y catástrofes en general, no me parecen malas películas. Pero me cuesta sentir que son películas de Godzilla”.

Y es que los japoneses tienen muy arraigado en su ser el género 'kaiju eiga', para eso fueron quienes lo inventaron y lo desarrollaron. “A mí del kaiju me gusta todo. Desde las películas bien hechas hasta las peor hechas. Disfruto tanto de las entregas televisivas de Ultraman como de las superproducciones. Ver películas de monstruos me parece una maravillosa manera de sobrellevar el día a día”.